*_CLARE_*
Una ducha caliente es lo único que necesito luego de dormir en un sofá y ser despertada por un ventarrón de frío. El agua caliente activa cada poro de mi piel, el vapor que respiro del aire me hace recordar lo nervioso que se pone Gill cada vez que estoy cerca de él. La maravillosa conexión que se crea cuando estamos mirándonos fijamente, solo la experimento con él, y no sé si es porque es mi hijo, pero me encanta. Me encanta quedar hipnotizada por sus hermosos ojos gris, me encanta sentir como su piel se eriza al mínimo contacto conmigo, me encanta ver como su respiración se agita cuando lo beso, me encanta cuando saca cualquier excusa para hablarme, para llamar mi atención y sobre todo, me encanta ver la ilusión con la que me mira cuando me ve.
Recordando la noche anterior, un sentimiento no identificado se instala en mi mente, no dejo de pensar en lo bien que la pasé con Gill, ese cambio de apenas hablarme a querer hacer todo conmigo me está fascinando, no sabía que era tan atento, que sus conversaciones eran tan interesantes y entretenidas, nunca creí que pasar tiempo juntos sería algo que casi me quitara el sueño. Ese raro sentimiento se volvía más intenso cuando pensaba en él, en Gill, el hijo en el que nunca estuve lo suficientemente interesada, y tal vez, por eso lo sentía.
Al salir de la ducha lo primero que quiero hacer, es estar con él, la ansiedad me atacaba por primera vez y de una manera muy peculiar. Me dirijo a su habitación, dónde seguramente está jugando en su consola, pero no está allí. Bajo a la sala y tampoco, una pizca de desesperación empieza a habitar mi mente haciéndome ver como una impaciente. Salgo al jardín y lo encuentro sentado en el borde de la piscina mirando a la nada, sin darle aviso, me siento a su lado y meto mis piernas en el agua.
-_Hey ma, me has asustado_.-Dio un pequeño salto dando muestra de su susto.
-_Ah lo siento, es que te vi aquí sentado y quise venir a hacerte compañia_.-Confesé mientras agitaba mis piernas en el agua.-_Espero no molestarte_.
-_Tú nunca molestas mamá_.-Respondió. Finalmente me miró, creando de nuevo esa intensa conexión que me erizaba la piel.-_Es más, me gusta pasar tiempo contigo_.
Una sonrisa se formó en mi rostro y hasta ganas me dieron de llorar.
En un momento todo era silencio, sólo podía escuchar nuestras respiraciones, mis piernas dejaron de moverse bajo el agua, extrañamente mi corazón empezó a latir más rápido y sin saber el por qué ya estaba más cerca de Gill. Nuestros ojos seguían sin moverse, sin despegarse uno del otro, sentía la necesidad de estar aún más cerca, Gill parecía sentir lo mismo, pues se acercó tanto que sus exhalaciones chocaban en mi rostro. Sin ningún control sobre mi cuerpo, mis manos se posaron al rededor de su cuello, seguido de éstas, mis dedos se enredaron en su cabello, permitiendo darme cuenta lo sueva que era. No sabía muy bien qué estaba haciendo, ni lo qué seguiría, pero Gill pensando casi lo mismo que yo, cortó la poca distancia que nos separaba y unió nuestros labios. Un portazo desde la puerta principal interrumpió cualquier avance que hubiéramos podido tener, rápidamente, a mi mente volvió la razón y despegandome completamente de Gill, me puse de pie.-_Clare, amor ya llegué_.-Queriendo salir ya de esa situación salí corriendo a la entrada. Al encontrar a Esteban, lo primero que hice fue besarlo, fue un beso con desesperación, como si con ese beso se me olvidara lo que hace unos minutos había hecho con mi hijo. Esteban me miró algo confundido pues siempre que lo besaba lo hacía con amor.-_Vaya, creo que te hice falta anoche_.
-_Claro, sabes que no me gusta que no llegues a dormir y menos cuando no me avisas_.-Le reclamé recordando su no llegada, pues estaba tan ocupada pensado en Gill que casi se me olvida.-_Y por qué no has llegado, te estuve esperando_.-Mentí.
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RELATOS ERÓTICOS
CasualeBienvenido querido lector, aquí podrás despejar un poco tu mente leyendo algo nuevo. Una variedad de relatos eróticos, que no se querrán perder.