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Veintidós horas y veintiocho minutos. Yuri había estado contando las horas, como cualquier adolescente sabía que poner puntos al final de una frase significaba algo serio. Y si había una sonrisa psicópata detrás, más serio todavía.

Faltaban tres días para la final del Grand Prix, y no estaba centrado en eso. Aquello no le gustaba. Pero tampoco le gustaba la idea de que... Félix. Sí, de que Félix no le hubiese hablado.

De todas formas; había terminado de entrenar por ese día. Su teléfono estaba sin batería así que en cuanto llegó al hotel, lo cargó y se fue a ducharse. Estaba con los nervios —y el sudor— a flor de piel.

Al salir, simplemente con un albornoz negro y el cabello mojado. Se sentó en la silla y encendió el teléfono. Mensajes, mensajes, poco almacenamiento, datos muriéndose, y... De repente, un mensaje directo de @tumadreentanga.

Bueno, de hecho unos cuantos.

Buenas tardes. Soy el
psiquiatra de Félix.
Siento cualquier cosa
que te haya podido
decir, no está muy
equilibrado, emocional
y psicológicamente.

«—No, ¿en serio? —rodó los ojos mientras leía el otro mensaje.»

Él perdió a su hermano.
No fue tu culpa, pero él te
la echa a ti. Si te lo quiere
explicar... Será en la final
del Grand Prix. Va a ir allí,
no sé lo que piensa hacer,
pero si quieres averiguar
más sobre él, sería la
oportunidad perfecta.

«—Vaya...»

Y, lo que te mandó el otro
día... Es verdad. Se
encuentra en estado crítico,
pero vivirá.

Instagram hater [Yuri Plisetsky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora