CAPÍTULO 8

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-¿Yoongi?... Yoongi Hyung...

-¿Jimin?

-Hyung, ¿Querías decirme algo?

-ven...

El menor se encontraba confuso y sumergido en una oscuridad interminable mientras buscaba desesperadamente un cuerpo conocido, no sabía dónde estaba ni por qué, pero la seguridad en la voz de su mayor era suficiente para devolverlo a la realidad, para que no se perdiera en su temor...

-Hyung... ¿Dónde estás?- el rubio se tropezaba con todos los objetos a su alrededor.

-Jimin...- la voz del mayor comenzó a quebrarse dando paso a pequeños sollozos.

-¿Estás bien hyung?- con mucha preocupación y miedo el pequeño seguía avanzando a ciegas hacia la fuente del único sonido que estaba presente...

Una madera suelta hizo que el menor se tropezara y cayera de repente sobre el suelo, o... Eso hubiera pasado si el mayor no lo hubiera detenido.

-aqui estás... Tenía miedo hyung- Jimin sentía que su temor se esfumaba, desaparecía poco a poco mientras sus brazos recorrían cautelosamente la espalda del mayor, la poca luz que entraba en la habitación era suficiente para dejar a la vista el cabello azul del más alto.

Sin decir palabra alguna el mayor tomó el rostro del menor entre sus manos levantandolo un poco, Jimin pudo apreciar los ojos rojos e hinchados de su hyung...

-¿Has estado llorando Hyung?- el rubio decía sus palabras entre susurros aún sabiendo que no había nadie más en el recinto, sin recibir respuesta de su contrario, el menor pasó su brazo izquierdo por la nuca del mayor atrayéndolo hacia él mientras mantenía su mano derecha apoyada en el pecho del peliazul...

-hyung...- el más bajo cerraba sus ojos mientras esperaba el suave roce de los labios del otro sobre los suyos...

-Te quiero Jimin...

-¡HYUNG!- Gritó Jimin levantándose de su cama de repente, estaba sudado y agitado, la tela de su pijama ahora parecía dar más calor, se dirigió al baño, tras sentir el agua fría sobre su rostro logró asemejar un poco todo lo que había pasado.

-así que ahora sueño contigo...

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Una cosa es segura: estar sentado y sentirse miserable no hará las cosas más fáciles...

Yoongi se levantó temprano un día domingo, puso sus problemas de lado y se dedicó a vivir aquel día con una ilusión, una meta.
Después de un desayuno rápido se dirigió a la casa de Jimin, sin pensarlo dos veces.
6:35 am y el peliazul como un maniático tiraba pequeñas piedras a la ventana de Jimin.

—¡¿Qué estás haciendo aquí?!
—Baja, demos un paseo.

El menor quería negarse, cerrar la ventana y volverse a acurrucar en sus cálidas sábanas. Pero algo en él, algo más fuerte que su propia voluntad lo arrastró al baño y lo obligó a disponerse para un nuevo día lo más rápido posible.

Unos 15 minutos después el rubio bajó de su habitación a encontrarse con Yoongi.

—¿Qué es lo que quieres? ¿Acaso estás loco? Son las 7 de la mañana imbécil...
— El mayor sonrió y le contagió su repentina felicidad a su contrario —Jimin... no te he dado la oportunidad de conocerme— hizo una pausa mientras le ofrecía su mano a su contrario —Ven, bienvenido a mi mundo— Jimin tomó la mano que se le ofrecía y con un gesto tierno y un rubor en sus mejillas se acercó a Yoongi y se recostó en su pecho buscando su calor —Enseñame tu mundo.

HETEROFOBIA-Yoonmin... (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora