HETEROFOBIA-Yoonmin... (Editando)

CAPÍTULO 10 (final)

El peliazul se alejaba mientras Yoon sin encontrar refugio físico ni mental derramaba dolorosas lágrimas arruinando el leve maquillaje que se había puesto en el rostro para impresionar, pero en aquel momento algo como eso no le era importante. Su hijo, su amado niño había corrido fuera de casa y ella no lo había detenido, pero ¿Por qué habría de hacerlo? Una estaca atravesó su corazón, su hijo era aquello que ella detestaba. Nunca soportó ver a dos personas del mismo sexo tomadas de la mano. Le dolía el pecho, no quería si quiera imaginarse a su hijo estando con otro hombre.
Ella sentía una tristeza inmensa, nunca fue una persona de mente abierta, soñaba con cargar a sus nietos y mirar con desdén y agradecimiento a la esposa de su hijo.
Todo aquello se fue al piso, pero había algo en su corazón que nunca iba a cesar: el amor incondicional hacia ese ser que en sus entrañas se había desarrollado y que en forma masculina había transformado su propio rostro, ese amor que tenía por Yoongi era más fuerte que cualquier resentimiento hacia él. Ella nunca se consideró lo suficiente, ella buscaba agradarle, ella no estaba lista para ejercer el papel de madre soltera. Nunca había querido depender de ningún hombre desde que encontró a el amor de su vida en la cama con otro hombre y tuvo que casarse por conveniencia y apego obsesivo con un hombre al que amaba en total falsedad.
—Yoongi— Lloraba desconsoladamente

Un golpe en la mejilla la despertó de repente

—IDIOTA ¡¿CÓMO TE ATREVES A PERMITIR ESO?! TE EQUIVOCASTE AL CRIAR A ESA MISERIA

Yoon lloraba, mantenía escondida dentro de sí la fiera del resentimiento alimentada por la gran ira que la dominaba

—Mi hijo... No una miseria, no un marica inútil, mi hijo... El mismo que te asustó criar, el mismo que me acompañó durante los años que no quisiste hacerlo tú. Es mi hijo y no me equivoqué criándolo.

—¿CÓMO ES QUE ESTÁS ACEPTANDO ALGO COMO ESTO? ES IMPERDONABLE

—No tienes derecho de venir a decirme qué es imperdonable y que no en mi casa... Vete— Yoon señaló la puerta abierta de par en par

—Mamá...

—En cuanto a ti... También eres mi hijo, discúlpate con Yoongi... Ahora

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Si voy a hacer esto, tengo que quedarme en paz conmigo mismo...

Se dirigió a la casa de Jimin con paso seguro...

Quería que todo lo que hiciera por última vez me brindara el dolor de hacerlo, quería sentir suficiente dolor, quería al final tener más de una razón; al fin y al cabo, cada día para él era una remota pesadilla de la cual se sentía despiertar por las noches.

tocó el timbre, tuvo la paciencia que no tuvo en toda su vida  hasta ver asomándose por la puerta a la señora Parking vistiendo un delantal y pantuflas...

—¡Hola yoongi! ¿Cómo estás? ¿Qué te trae por aquí?

—Necesito hablar con Jimin...

—¡Oh! Claro, ya lo llamo.

Tras un grito de su madre, el chico de cabellos rubios se dirigió a la entrada, encontrándose así con la única persona que quería ver en ese momento.

—¡Hyung!— El menor se abalanzó sobre el peliazul y lo abrazó con fuerza —quería verte...

—Tengo que hablar contigo Jimin— intentaba que las palabras del menor no influyeran en su actitud, quería mostrarse serio y frío, pero... El solo hecho de estar a un metro de distancia de la persona que quería lo hacía sentirse feliz, así no quería en aquel momento...