Las Ruinas

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Al adentrarnos en la selva mis hombres a pesar de su experiencia no podan engañarme de sus rostros claramente mostraban desesperación, miedo y cobardía aun así  seguimos lo que quedaba del rastro, al principio  creíamos que eran animales por las huellas, pero al no hacer  ruido en la noche, debían ser nativos de esa isla, algo muy extraño para un lugar tan lejano, salvajes que no podríamos negociar.

seguimos el rastro por un buen rato, hasta que el rastro nos llevo a una extrañas ruinas, nuestro navegante con mayor historia de viajes  decía que no coincidían con los pueblos nativos de este lado del mundo, mas bien coincidían con las del viejo mundo, casi román, me hizo pensar o nos hizo pensar que no fuimos los primeros en llegar  aquí y también  saber un poco mas de quienes habitan aquí mas de quienes habitan aquí, en ese momento pensé en que debíamos salir de aquí, una extraña sensación recorría bajaba por mi espalda, miedo o algo peor quería decir mi mente en esos momentos de perturbara.

Y aun así..

Cuando entramos a las ruinas encontramos un pasadizo muy extraño, ya que no llevaba a una  cueva normal, en esa cueva  había  luz, una luz natural  que iluminaba todo el lugar en el  había una especie de lago bajo el suelo el cual  en el centro una estatua  muy particular la cual resaltaba con claridad, era una especie de de mujer, por su cabello y el cuerpo, pero el de la cintura  para  abajo no había nada mas que roca sin  tallar, muy deforme, no le tomamos importancia, seguimos   buscando y buscando,  descubrimos  unas especies de grabados en las rocas muy antiguos a simple vista, donde había criaturas  muy extrañas, un especie de hombre con garras con un extraño ojo, una mujer con un vestido todo roto y muy oscuro, muchas criaturas que salían por todo el lugar también aparecían las personas que pensábamos  que  eran los nativos del la isla veían el mar con asombro de algo, vimos algo  que a todos nos dejo tan impresionados que no podíamos creerlo al verlo era tan grande  que resaltaba en todo el lugar.

¡¡¡Un trono!!! gritamos todos, estaba echo de oro  tan brillante como el sol y tan grande que no podríamos molerlo, cubierto de coral en el fondo, rodeado de agua de un lago subterráneo al tocar el agua me di cuenta que  como nunca se haya visto, todos quedamos perplejos, pero algo nos  hizo salir de ahí, unas voz de lamento, pidiendo  ayuda y ayuda, creímos que  era  Henry el que había desaparecido, seguimos el lamento sin detenernos, pasamos  por un túnel, hasta llegar a una recamara.

Al entrar en la recamara, dos de mis hombres entraron, gritaron con mucha fuerza, uno de ellos salió, sólo  para decirnos CORRAN!, cuando un largo tentáculos salio de la entrada con solo una dirección  atrapando a Jorh llevándolo  hacía  dentro de nuevo, disparamos todos,  en esa recamara, al parar el fuego decide entra solo para  ver que todo ésa recamara, para ver que solo  era un pequeño cuarto con un oyó en el centro, del pozo mostraban los rasguños de las pobres almas que habían caído en esa trampa, las balas habían roto las paredes del lugar, una pequeña marca de un liquido viscoso verde, pero eso no importaba solo importaba una cosa ahí y era salir..

Al salir de las ruinas y cavernas, íbamos de regreso a la playa, con nudos en la garganta del miedo al no saber que era esa cosa, pensaba en levantar todo e irnos al o tener ya esperanzas de que los demás siguieran vivos  y tratar de irnos de aquí con mis hombres aun vivos, pero no podía irme tranquilo algo estaba mal ahí, lo sabia pero que era, algo me.. no algo nos veía desde las sombras del mar algo no estaba todo bien aquí.. 

Levanté  4 Cruces ese día uno para Henry, otro para Albedo y el ultimo para Charles y Jorh.

Voz misteriosa  
-No escaparan
Aún apenas voy a empezar con ustedes ustedes-

SIRENA. la historia jamas contada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora