A la mañana siguiente me desperté con un dolor increíble de tobillo y pensando Melanie no ha venido a llamarme será temprano. Miré el móvil y me di cuenta de que llegaba 2 horas tarde al instituto, pero no me preocupaba eso, ni el tobillo si no mi hermanastra. Así que me levanté cojeando y fui a su cuarto a ver qué tal estaba. Toqué la puerta <<no como ella que siempre entra sin permiso y luego pasa lo que pasa>> pensé riéndome. Hermanita, ¿estás bien? Decía mientras entraba. Y ahí estaba ella, desnuda y preciosa como siempre. Estaba dormida. No lo entendía, pero la tapé y la desperté.
- Melanieee. Llegamos dos horas tarde a clase. Levanta.
- Tío Kev. No tengo ganas, déjame -dijo mientras se daba la vuelta y se dejaba el culo al aire.
- Pero, ¿estás bien? - decía con voz de preocupado.
- Sara me ha dejado ¡¿Cómo crees que estoy?!
- Ey tía, tranquila. No lo sabía.
- ¿No has visto mis historias de Instagram o estás tan distraído mirándote tus abdominales y tachando tías de tu lista de mujeriego para verlas? – dijo mirándome mal y con tono de enfadada y triste.
- Melanie, cielo, yo también estoy mal por una chica. No eres la única... -la miré con ojos llorosos.
- Ay Kevin, lo siento por hablarte así. No lo sabía. ¿Qué tal si vamos a desayunar por ahí y hablamos de todo? -decía mientras me abrazaba.
Se levantó sin darse cuenta de que se durmió desnuda. Empecé a reírme y a ponerme colorado.
- ¿De qué te ríes payaso?
- ¿No tienes frío? Porque vaya pezones, con eso me saltas un ojo -empecé a reír y señalarlo.
- ¡AY! No me había dado cuenta -se tapó con una manta y me echó de su cuarto.
Quince minutos más tarde íbamos andando hacía nuestra churrería favorita.
- Bueno Melanie, acabo de ver tus historias, pero sigo sin entender nada -la miraba desconcertado.
- Ahora te cuento Kev, ahora te cuento...
*En la churrería.*
Ya estábamos en la mesa pidiendo lo de siempre.
- Bueno niños, aquí tenéis vuestras porras y chocolates. Que aprovechéis.
- Buah tía. Ese dependiente siempre te mira las tetas, no sé porque seguimos viniendo aquí.
- Kev, mira a tu alrededor. ¿Qué ves?
- Espejos, y más espejos... Ya recuerdo porque es mi favorita. Me encanta verme en todos los sitios. Soy demasiado atractivo -decía mientras me peinaba y me guiñaba a mí mismo a través de uno de ellos.
- Kevin eres muy atractivo, pero de eso no se vive.
- Hermanita, somos hijos de acalde. ¿Qué más da? -dije riéndome mientras me metía una porra en la Boca.
- También es verdad.
*Mientras tanto en el instituto.*
- Tía, ¿por qué me dijiste que te follaste a Kevin?
- Porque fui demasiado tonta tía. Él me gusta y me hace sentirme bien, especial y... la única. Me dijo que yo le gustaba y no quería hacerlo por eso. Cuando alguien te gusta mucho y eres un mujeriego de mierda no rechazas hacerlo. ¿No crees tía?
- Él quiere cambiar y ser mejor persona, si no quiso hacerlo es porque quiere que lo vuestro sea especial y no algo de una noche. Es más, él te lo dijo.
ESTÁS LEYENDO
Heterofobia.
Fanfiction¿Os imagináis un mundo en el que la homofobia no existe? Sería genial ¿Verdad? Pues es tu día de suerte porque en esta "novela" no EXISTE pero.. Si hay "Heterofobia" y diréis ¿Heterofobia? Para saberlo leedme y si os gusta ya sabéis a vuestra biblio...