Era un día lluvioso a las afueras de South Park.
Y el salpicar de las gotas sobre el cristal era lo único que se lograba visualizar en esa oscura habitación, mientras dos tórtolos enredados torpemente sobre las sábanas se acurrucaban buscando el calor ajeno del otro, presenciaban el techo como si la galaxia entera estuviera justo bajo sus narices... y ¿Cómo no maravillarse con esa vista? Años atrás como regalo de aniversario Tweek había comprado pintura fluorescente y le dibujó la galaxia que tanto amaba Craig. Este quedo maravillado, y desde entonces su habitación se había vuelto su segundo lugar preferido.
Pero ahora extrañamente, aunque ambos estuvieran así de juntos, Tweek podía sentir que el azabache ha estado distante desde hace un tiempo, exactamente desde un mes, desde que Bunny llegó.
Ya había pasado un mes desde que Kenny y Butters decidieron formar a este peculiar ser, al principio a muchos le costó adaptarse, pero fueron aceptándolo como si este siempre hubiera existido, y es que era inevitable, Bunny era la viva imagen de ambos, había sacado la altura de Kenneth, el corte militar pero desordenado de Butters, su personalidad era la extraña mezcla de ambos, mostrando una sonrisa altanera a donde quiera que va, pero al mismo tiempo había sacado la gentileza de Butters. En conclusión, era "perfecto" a su manera.
Y desde entonces el cafeinómano se había preguntado "¿Cómo sería fusionarse con Craig?" pero ninguno de los dos había sacado el tema, desde ese día Craig se había portado distante, ya no lo tomaba la mano tan seguido, las pequeñas muestras de cariño que antes le mostraba como los pequeños besos en la frente o en la mejilla se habían vuelto nulas, y aunque el rubio no quería sacar a flote lo que había notado desde ese entonces decidió que el mejor momento era ahora.
—¿C-Craig? Hay algo de lo quiero hablarte desde hace un tiempo. — decía mientras levantaba ligeramente su cabeza para ver al azabache a la cara.
—¡Craig!
—Lo siento cariño, me estaba quedando dormido. —decía mientras dejaba escapar un pequeño bostezo
—Craig... ¿sucedió algo?
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que, desde que llegó Bunny tú has estado... ¿distante?
Y ahí lo teníamos de nuevo, pareciera que el simple hecho de pronunciar aquel nombre estaba prohibido en esta casa o en cualquier otra parte para ser claros, ya que cada vez que lo oía cambiaba su expresión reemplazándola por una con un deje de molestia.
—¿Qué tiene que ver Bunny en esto?
—Es lo mismo que yo quiero saber
— Nada, no sé a qué te refieres con eso. — Decía con esa voz monótona que siempre lo caracterizaba mientras se separaba ligeramente de Tweek, dejando que la poca muestra de cariño que le transmitía desapareciera.
—Es qué... he sentido que desde qué el llego tú no has sido el de siempre... o por lo menos no conmigo...
Justo cuando terminó de hablar se posicionó ese silencio incomodo entre ellos, era lo que más odiaba, pareciera como si Craig se tomara su tiempo para acomodar sus ideas antes de hablar, y así era el, a todo siempre quería verle el lado lógico, para el todo tenía una solución y respuesta simple como si hubiera una respuesta correcta para cada ocasión y él mismo fue el encargado de memorizarse cada uno de ellos.
Cuando por fin pareció haber encontrado la respuesta correcta, se enderezó en su cama dándole la espalda a Tweek.
—Yo lo he sido, ¿acaso el hecho de qué estemos juntos en mi habitación no es una prueba de ello?
—Podremos estar juntos ahora eso sí, pero, aun así, tu no... te portas como antes... y te lo demostraré.
El rubio ya decidido puso su mano sobre la nuca de Craig, mientras acercaba su rostro hacia sus labios, buscando la sensación de calidez que el otro cruelmente le había arrebatado desde hace ya un tiempo. Pero desafortunadamente eso nunca llegó, ya que antes que lo pudiera sentir de nuevo. Craig lo separó de él.
Así es Craig Tucker había rechazado un beso de Tweek Tweak.
El rubio quedo perplejo, sabía que algo andaba mal, y mientras su cabeza empezó a llenarse de mil y un ideas, jamás noto cuando sus ojos empezaron a cristalizarse, que pequeñas lagrimas amenazaban por salir en cualquier momento. Y mientras tanto Craig desviaba su mirada hacia otra parte alejándose de él, lo único que alcanzó a escuchar fueron unas débiles palabras que se oían casi como un susurro.
—Lo siento... creo que es mejor que te vayas por hoy.
Ambos permanecieron inmóviles en la habitación, en medio de todo está conmoción aún se escuchaba la lluvia caer, y las respiraciones de ambos agitados, como si ambos tuvieran un nudo en la garganta que les impedía hablar con claridad, como si ambos temieran que en cualquier momento alguno de los dos terminaría rompiéndose...
Y desafortunadamente uno lo hizo...
—¿Tu nunca cambias cierto?... ¡¿Es así como solucionas todo?!... ¡solo dándome la espalda! ¿Sin ni siquiera verme a la cara? — decía mientras su voz se quebraba en el proceso, Tweek estaba herido, pero a pesar de ello quería saber la razón, no quería dejarse llevar por todas las conspiraciones e ideas locas que su cabeza ya había inventado, quería hacer el esfuerzo de comprenderlo, de escuchar la verdadera razón detrás de todo esto, solo quería que por primera vez Craig le hablara no guiándose por su lógica, si no por lo que verdaderamente sentía. Pero cuando estaba a punto de tomar su mano. El azabache lo retiró.
—Te dije que te fueras. No quiero verte más Tweek...no por ahora. —Dijo con un acento más duro que de costumbre, él no estaba dispuesto a hablar, solo hacia lo mejor que sabe hacer, y era alejar a las personas que ama de una manera cruel.
Tweek sin decir nada más, agarró sus pertenencias y dando un fuerte portazo dejó la habitación de Craig sin mirar atrás, adentrándose a la lluvia que azotaba cruelmente a South Park, era curioso a pesar de amar la lluvia ahora le entro cierta melancolía... levantó su rostro al cielo y cerró sus ojos, dejando que la lluvia lo empapara empezó a correr y a correr. Sentía como sus pulmones se llenaban con la esencia de la tierra mojada, el césped húmedo, los árboles recién empapados, el ozono que impregnaba todo el lugar, pero al rubio eso le importaba menos.
Todo lo que él anhelaba en ese momento era quitarse ese horrible dolor del pecho.
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Before we become one
FanfictionFusión es algo complejo a pesar de qué no es un tema tabú no se habla mucho sobre ello... cada persona tiene su modo de sentirse como "uno solo" ... y si tratas de buscar la manera "correcta" de hacerlo entonces, supongo que jamás lograras fusionart...