-Que casualidad verte aquí, Sara. -sonrió-
-No me llamo Sara, sino Zoe. Zoe, Zoe, Zoe. -canturreé-
-Bien, estás algo colocada, mami. -me agarró por la cintura- Te llevaré a un reservado.
Kaydy me dirigió a una sala, en la que había una pequeña nevera, una mesita central y sofás. Me sentó en un sofá y me acurruqué.
-Deseaba volver a verte, mami.
Sonreí timida.
-¿Que edad tienes?
-19. -mentí, obviamente no podía decirle que soy menor-
-Qué jovencita.. -rió- Eso me gusta. ¿Sabes? Hoy es mi cumpleaños, mami. Cumplo 27.
-Felicidades. -me tumbé boca abajo en el sofá, tratando de que mi cabeza no diera tantas vueltas-
-Me estás dando una buena vista, mami. Me gusta tu culo.
De repente noté una cachetada en el trasero que me hizo estremecer. Me giré y lo ví con una mirada de deseo clavada en mí. Se empezó a colocar encima mía, haciendome jadear, no se si de timidez o de excitación.
-¿Te ha gustado esa nalgada, mami?
Asentí.
-Podría darte mil más.. -acercó su rostro a mi cuello y olió- Hmm.. -ronroneó- Qué rico hueles, mami.. -se levantó- No te voy a follar porque estás colocada y no vas a enterarte, pero me debes un polvo por mi cumpleaños, ¿vale?
Asentí y cerré los ojos. Mis ojos me pesaban, mi cabeza dolía como si dentro hubiera una orquesta de tambores y mis piernas se apretaban debido a la excitación. Kaydy me ponía un montón.
...
Desperté con el mayor dolor de cabeza que jamás había tenido. Estiré la mano para mirar la hora en el móvil, 12:56. ¿Por qué nadie me había despertado?
Me levanté a duras penas de la cama, entré al baño y me miré en el espejo. Tenía todo el maquillaje corrido, qué horror. Lavé mi cara, mis dientes, hice mis necesidades y bajé.
-Buenos días. Marko, ¿por qué no me..?
Me quedé muda al ver a Kaydy. Estaba sentado con Marko en el sofá, los dos fumaban y hablaban.
-Zoey, ¿qué tal estás? -dijo Marko- Éste es el chico del cumpleaños de anoche. -señaló a Kaydy- Se llama Kaydy.
Asentí.
-¿Y nuestros padres?
-Tenían reunión. ¿Por qué no le das dos besos a Kaydy?
Le fulminé con la mirada, pero Kaydy se acercó a mí. Me dió dos besos, el segundo en la comisura de los labios.
-Ella y yo ya nos conocimos anoche. -sonrió-
-Anda, pequeña Zoey, no me dijiste que ligaste. -rió Marko-
-Yo no.. -suspiré- Comeré algo.
Me dirigí a la cocina y abrí el frigorífico. Revisé qué podía comer ahora, pero no encontré algo útil. Suspiré.
-Siempre puedes comerme a mí. -oí tras de mí-
Dí un pequeño sobresalto.
-Joder, qué susto. -llevé una mano a mi pecho-
-¿Qué tal estás?
-Bien.
Cogí un plátano del cuenco de frutas y empecé a abrirlo, mientras Kaydy clavaba su mirada en mí.
ESTÁS LEYENDO
Sugar Daddy ➳ Kaydy Cain
Fanfiction«en realidad eres una niña mala, y lo que te hace falta es un papi que te castigue.»