Capitulo 4.

138 5 1
                                    

Mierda…no debí decir eso. Ashton solo miraba la escena como si fuera algo muy normal. Prendió un cigarro y se recargo en la camioneta café, donde irían él y Michael. Baje la mirada, una filosa navaja presionaba en mi vientre. 

Luke me miraba horrible, esas miradas que te mataban, si fuera posible. 

Michael puso delicadamente su mano sobre el hombro de Luke. 

- Luke cálmate. Sabes que está mintiendo 

- ¿y si no? –presiono la navaja contra mi abdomen. Poniéndome más nerviosa todavía. Su antebrazo presionando en mi cuello ya estaba empapado de lágrimas mías.

- No hagas una locura, suéltala 

- Para mí hacer esto no es ningún problema. Conozco a las tías como esta –me miro con desprecio–. Todas son unas perras –ya no sentí dolor físico. Me dolía más que pensara eso de mí. Solloce fuerte.

- Suelta eso Luke –Michael puso la mano sobre la de Luke, retirándole la navaja lentamente. Luke me soltó. Tosí ahogadamente, por la falta de aire. Me sobe el cuello y lo mire. 

- Animal ¡bestia! ¿Qué demonios te sucede? –me subí a la camioneta del lado del copiloto, azotando la puerta. Michael subió mi maleta y después, fue hasta mí. Bajé el vidrio y me sonrió. Siempre tan positivo. Mientras yo moría de miedo. Mientras yo seguía echa un mar de lágrimas y temblaba a la vez. Mi vida por un segundo estuvo en un hilo. Jamás me había pasado algo similar. Estar a un paso de ser asesinada.

- Cuando nos encontremos, me contaras todo sobre ti ¿sí? Absolutamente todo. Ahora iras con Luke, no va a hacerte nada, lo conozco –asentí–. No te muestres asustada –¿No mostrarme asustada? ¿Con ese monstruo a mi lado? 

- ¿A dónde iremos? –pregunte. 

- A su casa 

- ¿y ustedes? 

- Iremos a otro lado, pero después los alcanzaremos –me sonrió y beso mi frente. Un gesto que lo vi del todo tierno y noble. Se alejó y volví a subir el vidrio. Lo seguí con la mirada, hablo con Luke de algo y luego cada uno fue a su respectiva camioneta. 

Iba sola en el mismo auto con la persona que intento matarme y que me odia no sé por qué. Incline un poco el asiento para ponerme más cómoda. Gire la cabeza encontrándome con él, con su perfecto perfil, muy serio y concentrado en conducir. 

Es muy guapo, es atractivo y tiene un excelente cuerpo. Claro, no puedo evitar sentirme atraída pero a la vez asqueada, es un monstruo. O al menos así se muestra conmigo. 

- ¿vas a mirarme todo el tiempo? –no se tomó ni un segundo en mirarme. Y yo me había tomado horas en mirarlo, sin cansarme. Retire mi vista de él, mirando mis pies. 

- ¿Por qué eres malo conmigo? 

- ¿malo? Yo no utilizaría ese término 

- ¿entonces cuál? –subió sus hombros indiferentes. Mire por la ventanilla. Oscuro. Era de noche. Estaba muy aburrida. Cruce mis piernas, algo que se me hacía muy cómodo–. ¿Y cuándo me podre ir? 

- Aun no entras en acción ¿y ya te quieres ir? Pensé que aguantabas más –se burló. Idiota. 

- Solo quiero saber que haré 

- Pondrás en práctica tus…tus buenas aptitudes –mi garganta se seco ¿Qué significa eso? 

- No sabes cuales son mis aptitudes, no me conoces 

Incline el asiento todo lo que pude y me puse cómoda. Tenía bastante sueño. Y caí rendida. 

No tenía idea de lo que tenía que hacer. Tal vez…usar vestidos cortos y distraer matones, prostituirme y sacarles información. ¿Qué? No, ya estoy pensando como una de ellos y no lo soy. Yo no soy delincuente. Solo soy una maldita mocosa que no hace nada de su vida. Que lloró como una maricona cuando su novio la dejo y se emborracho hasta perder el sentido y terminar tirada fuera de Kansas, completamente perdida. 

Cuando desperté estaba muy cómoda, demasiado. 

Estaba en una cama, grandísima. Quite las sabanas de mi cuerpo y me levante. No llevaba el sweater, ni las botas ¿Quién se habrá tomado tantas molestias? ¿Luke? 

Imposible. 

Salí de aquella habitación. No tenía ninguna decoración, solo blanca con muebles de madera finamente tallados, café oscuro. 

Había un pasillo y muchas puertas. Camine a lo largo y estaban las escaleras, baje cuidadosamente y escuche unas voces provenir. Me acerque y era el salón. Era Luke y un señor, con un ligero parecido, supongo era Mark, su papá, como lo menciono Josh al teléfono. Voltearon y me miraron. 

- Lo siento, es que yo…lo siento –me di la vuelta para irme, pero tomaron de mi muñeca. 

- Papá ella es _____. Ella es la chica –me acerque al señor y estire mi mano. 

- Mucho gusto –la estrecho y me sonrió. 

- El gusto es mío _____. Soy Mark Hemmings –sonreí. Mire a Luke y estaba muy serio– ¿tienes hambre _____? 

- Demasiada 

- Bien. Claire –grito levemente, no siendo molesto ni irrespetuoso. Pocos segundos después apareció una señora, 50 años calculaba, pero muy bella–. Esta hermosa señorita tiene hambre ¿podrías ayudarme con eso? 

- Claro que si Sr. Hemmings. Ven muchacha –mire a Luke y asintió con aprobación. Seguí a la señora hasta la cocina. La más grande, limpia y hermosa que eh visto nunca. 

- ¿Cómo te llamas linda? 

- _____ Crowley 

- Qué lindo nombre 

- Gracias –puso un plato de espaguetis en salsa de tomate con bolitas de carne acompañándolo. Espagueti a la boloñesa. Dios…olía exquisito. Puso un tenedor a un lado y me apresure a comer. No había estado comiendo bien, desde que me perdí. Seguido de esto puso un vaso de agua a un lado y unas servilletas de tela. 

- ¿se te ofrece algo más linda? 

- Gracias, estoy bien –sonreí.

- Tengo que irme, si se te ofrece algo estás en tu casa, linda. Lo que gustes 

- Muchísimas gracias señora 

- Claire –corrigió. Se fue y me quede ahí, terminando los espaguetis, que podría ser la mejor comida que haya comido nunca.

Atrαpαdα♥ |Luke Hemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora