Capítulo 1.

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Aun me pregunto ¿Por qué estoy aquí? Y ¿Cómo llegue? Llevo un vestido de playa y tacones a juego. Mi cabello alborotado y mi piel ligeramente bronceada. Tal vez llevo aquí horas, tal vez días. Tengo la boca sequísima, tengo mucha hambre y sed. Ni siquiera sé dónde es aquí. Obviamente es una carretera, pero deshabitada. Todo es tierra y arena. No tengo mi móvil, no tengo nada. 

Creo que llevo horas caminando sin rumbo. Es como un desierto. El sol cala en mis ojos cada vez que levanto la mirada. Nada con vida me acompaña. Ni siquiera alguna planta.

Llevo los tacones en la mano, y la tierra me quema las plantas de los pies. 

Recuerdo estar en una fiesta, demasiado ebria. Calum me termino y lo único que quería era alejarme de todo. 

No quería esto, obviamente. 

Me percaté de que no había sido violada, ni agredida físicamente. 

Todo estaba bien, menos mi paradero. 

Un ruido…un ruido, más grave, cada vez más rotundo. Voltee, un carro ¡un carro! Alce las manos agitándolas en el aire. Es imposible que no me vean. 

Pero al parecer no fue imposible, no se pararon, mierda. Mierda, mierda y mil veces mierda. Moriré seca. 

Después de unas horas me debilite por completo. Necesito comida, necesito agua. 

Otra vez ese ruido, otra vez un motor acercarse. Estaba demasiado cansada para hacer esfuerzo. El sol estaba ocultándose nuevamente. Levante mi pulgar e hice un leve movimiento, lo que indica “rait” un aventón, como quieras llamarlo. 

La camioneta se paró justo a mi lado *gracias Dios* me acerque a la ventanilla del copiloto. Eran 3 hombres. Jóvenes.

- ¿me llevan? 

- ¿para dónde vas, muñeca? –me pregunto un castaño, con un tono coqueto acompañándolo. 

- Para donde sea, solo… por favor –mis ojos parpadeaban pesadamente. El que conducía sonrió y asintió. Fue lo único que recuerdo. 

- Súbela 

El ruido calaba en mi odio y las risas extrañas también. El movimiento… ¿movimiento? Abrí mis ojos de golpe. Eran los hombres, los que me recogieron. Charlando y riendo. Me aclaré la garganta y el que estaba a mi lado volteo. El que conducía me miro por el espejo retrovisor y el que estaba de lado del copiloto igual volteo. 

- Hola –dije– ¿tienen agua? 

- Toma –el que estaba a mi lado me estrego una botella de agua. Apresurada le tome con desesperación, empinándola toda en cuestión de segundos. Haciendo que varias gotas escaparan de mis labios resbalando por mi cuello. 

- Gracias 

- ¿tienes hambre? 

- Demasiada –sinceré. Él sonrió y me estiro una bolsa de papas. 

- Siento no poder ofrecerte algo mejor 

- Gracias –las tome y metí varias en mi boca al mismo tiempo. Me entenderías si estuvieras en mi lugar. En momentos así no existe la decencia, ni la vergüenza.

- ¿Cómo te llamas, muñeca? –levante la mirada. El castaño que iba en el copiloto me lo había preguntado.

- _____ Crowley ¿y…ustedes? 

- Soy Michael –me sonrió el rubio que estaba a mi lado–, Ashton y Luke–los mire. Por lo que entendí Luke era el que iba manejando. 

- ¿Qué hacías sola, nena? 

Atrαpαdα♥ |Luke Hemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora