Cap 5

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Narra Elsa:

-¡Elsa!-grita mi nombre.

No había nadie al mi alrededor, no podía dejarlo solo.

Regresé a esa habitación.

-Tienes suerte de que no haya nadie cerca.-dije sentándome frente a él, en la camilla en donde se encontraba.

Logró sentarse, me miró, de una forma extraña.

-¿Hemos ganado?-preguntó recargandose en la pared.

-Si, sinceramente, cuando te lastimaron, pensé que íbamos a perder-dije bajando la mirada-pero no... Ya ves, no es necesario tu presencia.

Estaba apunto de levantarme, pero tomó mi brazo y me jaló hacia él, haciendo que me volviera a sentar.

Me siento extraña junto a él... Estoy confundida, no sé qué es lo que siento ahora exactamente. Me quiero ir pero a la vez quiero estar aquí, en este preciso momento.

Sin darme cuenta sus labios estaban sobre los míos, no sé si esto es una trampa, si esto es un juego, lo único que sé es que quiero quedarme.

Correspondí aquel beso, era suave... Coloqué mis manos en sus mejillas, su mano derecha se posó en mi cintura.

El beso se volvió distinto, comencé a seguir el beso con la misma intensidad que él. Enredé mis manos a su cabellera blanca estirando un poco de él.

Quería abrir los ojos, pero no pude, me encontraba lo bastante distraída como para hacerlo.

Un carraspeo hizo que nos separamos sobresaltados.

De repente sentí mis mejillas muy calientes y la pena al tope, el maestro Deiven estaba parado frente la puerta observandonos.

¡Vaya que era incómodo!

Me puse de pie, le eché un vistazo a Jack y caminé hacia la puerta.

-Lo siento, mejor me voy-dije con la mirada en el suelo, sin quererlo ver.

Salí caminando lo más rápido que pude, no quería estar cerca.

Sentía mi corazón latir fuerte, rápido y doloroso, sentía como si se fuera a salir.

Estaba ya en la cancha, no había muchas personas, cada vez que terminaban un partido, hacían una fiesta en la cual todos estaban invitados.

No iba a ir obviamente, tenía que procesar lo que pasó hace unos instantes... En cómo me sentía, en cómo no le quería alejar, esto es demasiado confuso.

Me fui a casa, entré, encontré todas las luces apagadas, excepto la de la sala, parecían velas. Me adentré aún más, dirigiendome a la sala.

¡Grabe error!

Un hombre que no conozco y que me hes imposible reconocer su cara estaba sentado en el sillón besando a mi madre quien estaba sentada a horcajadas de él, las manos del hombre estaban en sus muslos acariciandola.

Quedé en shock ante esta escena, pero reaccioné.

-¡Ah!-grite involuntariamente, cerré mis ojos como instinto y me volteé.

No podré dormir esta noche.
Subí los más rápido que pude hacia mi habitación.

-¡Elsa!-dijo sorprendida, escuché que se acercaba, me detuve frente a mi puerta-pensé que estarías en la fiesta-dice con una sonrisa nerviosa, posicionandose frente a mí, su cabello estaba desordenado.

-Pues pensaste mal, yo no tengo la culpa de esto, no me dijiste nada, cómo querías que fuera.

-Pues yo no sé...

Mi Hermanastro Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora