Capitulo Tres - La iglesia

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Capitulo 3

La Iglesia.

 Habíamos ordenado lo mejor que pudimos el asiento trasero para que Charlie pudiera entrar allí, pero era demasiado grande, Ben no tuvo más remedio que ir atrás, y de mala gana, Charlie nos conto que trabajaba como maestro en la escuela cercana a  la tienda de auto partes y que había vivido saqueando tiendas y casas como lo hacíamos nosotros, su mujer antes del desastre era ama de casa, se habían conocido hacia dos años en una fiesta de navidad y habían vivido juntos desde entonces.

 Pocos kilómetros más adelante tanto Ben como Charlie quedaron palmados, era increíble estaba destinado a manejar solo toda la vida, me puse a pensar a medida que avanzaba hacia Longmont por la 287, como era que ahora éramos un trió, deberíamos de explicarle a Charlie como era nuestro manejo y como eran las reglas, aunque con Ben nunca fue necesario nos entendíamos con solo mirarnos.

 El tiempo se me paso volando y me encontré entrando en la ciudad, está era más grande que la anterior, Longmont era el típico lugar donde podrían encontrarse con mas personas, el problema era que a veces las personas eran más peligrosas que los caminantes. “hay que tener miedo de los vivos, no de los muertos” solía decir mi abuela, seria genial que estuviera aquí para ver esto.

 Me detuve en una esquina para ver el mapa con más detenimiento, este mostraba una estación de servicio en la 17th ave y la Hover St, tan solo unas 6 calles. Le di un codazo a Charlie como solía hacer con Ben y este se incorporo de un golpe, su mirada asustada buscando peligro hasta que se enfoco en mí, comprendiendo.

 - Bellas durmientes vamos a frenar dentro de 4 cuadras, seria genial que se vayan preparando, tenemos una gasolinera que revisar.- Dije un tanto apagado, la verdad es que me estaba entrando el sueño.

 Encontré a mi derecha el ingreso a la gasolinera, y para mi sorpresa metros adelante un StarBucks, pero como si fuese poco a la izquierda un inmenso centro comercial, según el mapa junto a este una iglesia, sería un buen lugar para pasar la noche…Bajamos dejando el auto en el callejón lateral de la gasolinera, Ben y Charlie tomaron todos tanques del baúl  y un bolso vacio.

Mi cuchillo como primera opción encabezaba la marcha, el lugar estaba desierto, al menos por ahora, la mayoría de los caminantes o caminaban sin rumbo fijo, o se limitaban a esperar de pie o tumbados a que un sonido los lleve a su comida, aquella era una ciudad grande, no tan grande como Denver, pero con una población elevada.

Doble en la esquina y mire en dirección a la gasolinera, las mangueras de los surtidores estaban en el suelo, seguro ya habían acabado con sus reservas, pero había varios coches en los alrededores, seguro que podíamos llenar nuestros tanques con eso.

La playa de estacionamiento mostraba 3 surtidores en hilera, había 4 coches parados, y el edificio tenía dos plantas, por la plantaba baja se podía ver la entrada, la puerta estaba tapeada con maderas desde afuera, y grandes ventanales a los lados que mostraban el interior del lugar, estanterías con productos y neveras al final, había varios letreros y propagandas pegadas por todos lados, me entraron ganas de comer chocolate cuando vi un letrero de Choco-Dracula. Avance hasta la entrada principal, mirando donde pisaba, con cuidado de no patear nada, llegue hasta la puerta y moví la misma, cerrada, una tabla la mantenía así, con el cuchillo hice palanca hasta que esta cayó al suelo, puse mi pie debajo para el que impacto de la tabla contra el suelo no hiciera tanto ruido.

- Tu parte Ben….- Dije mientras abría la puerta y daba paso al mi leal compañero, Charlie se quedo afuera observando nuestro accionar.

Ben ingreso rápidamente y se acerco a una estantería contra la pared y con su cuchillo golpeaba levemente el metal blanco que soportaba los productos que alguna vez estuvieron a la venta, yo espere inclinado a un costado, la aparición de caminantes, pero nada paso. – Está limpio…- Susurro Ben y Charlie ingreso en el lugar cerrando la puerta.

Comenzamos a registrar todo de arriba abajo, tomamos algo de comida, agua embotellada y me dispuse a registrar el mostrador, la caja eléctrica aun tenia algunos billetes dentro y para mi sorpresa en un estante bajo la misma una escopeta recortada y una caja con unas 10 balas, la misma tenía una correa negra lo que me vino genial para colgármela al hombro, guarda las balas en mi chamarra y decidí pasar a la zona de lubricentro y gomeria que estaba en la parte lateral del negocio.

Ben se perdió escaleras arriba y Charlie se mantuvo cerca de la puerta mirando hacia afuera. Al entrar lo primero que pude ver fue aquel auto con las gomas bajas situado en el medio, algunos tanques con aceite contra las paredes, un aparador con herramientas, algunas gavetas, un banco de trabajo y otro tanque de unos 50 litros aparentemente de gasolina. Me acerque sin pensar era lo más importante para continuar nuestro viaje, y me agarro por sorpresa.

Detrás del auto descansaba un caminante que al verme me tomo por los hombros intentando morderme, caí al suelo con este encima, mi cuchillo salió volando hacia un costado y mis manos estaban fijas en la cabeza de aquella cosa tratando de alejar sus sucios dientes de mi cuerpo, no podía contenerlo, y fue cuando estaba a punto de ganar la pelea que tuve que recurrir al peor método, la 9mm.

Seguí reteniéndolo con una mano mientras sacaba el arma de mi cintura, la lleve hasta su boca y jale el gatillo. Una explosión de sangre y igor negros salto por los aires y el caminante dejo de luchar, Me puse de pie y tome mi cuchillo, agarre algunas herramientas del aparador y las puse en el bolso, me dispuse a salir de la zona de taller para llegar otra vez hasta la zona de comestibles y Ben venia en mi búsqueda.

- YA VIENEN SON DEMASIADOS!!!! – Dijo gritando, lo suficientemente algo para que Charlie lo oyera, Tomamos las cosas y salimos por la puerta delantera Rumbo al auto, giramos en la esquina y Betty estaba rodeada de unos 50 caminantes, que venían  hacia nosotros, solo nos quedaba salir por la calle que daba al StarBucks y así fue.

Abandonamos los tanques vacios en el suelo y Ben acomodo mejor su bolso, yo hice lo mismo sostuve mi arma y comenzamos a avanzar, frente a nosotros se acercaban unos 10 caminantes mas, por lo que no nos quedo otra que comenzar a disparar hacia sus cabezas, Ben con sus Rifle de caza, Charlie con su revólver y yo aun con unas 9 balas según mis cálculos.

- Me quedan tres tiros!!! – Era Charlie, claro su tambor alojaba solo 8 balas y no teníamos munición para eso. – Vamos al centro comercial, traten de no disparar más.- Grite una vez que estábamos en la calle.

Para donde miremos había caminantes, no eran muchos unos 40 atrás y unos 15 adelante,  la calle iba en ambos sentidos por lo que era espaciosa, podíamos burlar a los de atrás, pero a medida que avanzábamos salían mas y mas de los edificios cercanos, Seguimos corriendo hasta el cruce de calles, Teníamos el centro comercial adelante y la entrada estaba ahí para nosotros, Ben se acerco de espaldas a la puerta disparando sus últimas dos cargas y se puso pálido.

Se giro sobre y al mirar hacia el interior del centro comercial dejo caer su arma al suelo, el interior alojaba cientos de caminantes, todos intentando tumbar una puerta, aunque esta estaba sujeta por cadenas y tablones desde afuera parecía que en cualquier momento se abriría para dar paso a nuestra muerte. Charlie gritaba algo que no pude entender y cuando volteé hacia atrás aquellos que eran unos pocos ahora eran cientos de caminantes intentando dar conmigo, le arroje mi arma a Ben y use la escopeta, dos cargar por vez, comenzaban a caer los caminantes.

Ben siguió disparando a mis espaldas y Charlie tan blanco como una hoja de papel mirando nuestro accionar, fue allí donde nuevos gritos comenzaron a escucharse a nuestras espaldas, junto al centro comercial, la iglesia, una gran reja protegía el recinto del señor y una escalinata conducía a su interior, donde dos personas gritaban buscando llamar nuestra atención…Charlie tomo a Ben por el brazo y lo llevo hacia atrás mientras que yo retrocedía dándole más carga a mi escopeta, el terror se había apoderado de mi, volteé y comencé a correr, saltamos la reja, pude ver a las personas que nos llamaban, eran dos, un joven de unos 16 o 18 años y una chica de la misma edad, saltaos al interior del predio y luego corrimos hacia la iglesia, la puerta se cerró tras nosotros y luego todo fue paz y silencio.  

[Gracias por leer y comentar, acepto ideas y sugerencias ya que esto es para ustedes]

El Amanecer de los MuertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora