Capitulo Cinco - Samara

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La chica que estaba junto a Jhon con la campera universitaria se acerco a nosotros con algunas botellas de agua y unas galletas, fue lo mejor que nos paso desde el ataque en las calles, pues yo moría de hambre. Ya era de noche y el silencio en las calles era inquietante, al parecer la horda había desaparecido y nos encontrábamos de momento a salvo.

 Decidí recorrer el lugar en busca de mas personas, me preocupaba irme a dormir sin saber con cuantas personas de me debería enfrentar si la cosa se volvía a salir de control, también sentía curiosidad por el hombre enfermo que estaba en los bancos, no había dejado de toser en todo el día, le costaba respirar de momentos y cada vez que hablaba lo hacía con sumo esfuerzo.

 - No te metas en problemas, cuidado con esa Camila, no hagas que nos maten a todos.- Dijo Ben lo suficientemente bajo para que solo yo y Charlie lo oyéramos.- No te preocupes, seguro era policía antes de que se fuera todo al carajo, tiene esa mirada….- Agregue alejándome por el pasillo central hacia el altar.

 Grandes velas iluminaban el lugar, Camila se encontraba junto a la rubia murmurando algo y mirando hacia donde yo me encontraba, ese niño llamado Jhon se encontraba donde estaba el hombre enfermo, me pregunte varias veces si tal vez fue mordido, pero de ser así estaría intentando comernos hacia rato, tal vez estaba herido de muerte, no quise acercarme, llegue al altar y me ubique donde se ubicaría el cura, delante mío aquella biblia, abierta entregándome parte de su contenido.

 Tesalonicenses 4:16-18 Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel, y con el sonido de la trompeta de Dios. Y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos unos a otros con estas palabras.

 - Y los muertos en Cristo resucitarán primero….- Murmure sin darme cuenta que aquella joven se había acercado a mí. Cerré la Biblia y lleve ambas manos a mis bolsillos, la mire unos momentos parecía cansada, luego volví la vista al frente, Ben y Charlie hablaban con el joven Jhon, las otras dos mujeres habían desaparecido, era inquietante no saber donde estaba Camila.

 - Perdona a Camila, es de temperamento fuerte, pero no hace mas que cuidarnos, ninguno de nosotros duraría un día mas sin ella…Entre su padre y la falta de recursos, es duro para todos… Por cierto me llamo Samara.-  Terminó adelantando su mano, una formalidad que no había visto desde…desde que todo se fue al carajo. – Es un placer, y no deberías disculparte por los arrebatos de otras personas, todos tenemos problemas, y es difícil, pero eso no le da derecho comportarse como una perra…¿Qué le pasa a su padre?.- Me pudo mas la curiosidad.

 Ella guardo silencio y casi por inercia dirigió su mirada hacia el banco, no se podía ver al hombre ya que estaba acostado. – Sufre de una enfermedad, necesita unos inhaladores,  puede morir si no se controla, tendrías que haberle visto cuando lo conocimos, fuerte como un toro, decidido, cuando se le acabo la medicación no puedo seguir moviéndose, de eso hace 14 días, y nos quedamos aquí, Camila y Karen salen a buscar provisiones, a veces va Jhon, pero no es de mucha ayuda….- Explicaba la joven, se la notaba inquieta...- Ya veo, y tu…¿Cuántos años tienes?, ¿Ya mataste algún caminante?...- Pregunte tratando de no acabar con aquella conversación.

 Hacía tiempo ya que no hablaba con alguien que no sea Ben, Charlie era nuevo pero no  hablaba mucho, tenia hora de conocerlo, y esta será la primera noche que pasaría con el grupo, era agradable poder socializar debes en cuando, y olvidar así por lo menos de momento que el infierno se había desatado en la tierra.

 - Tengo 16, estábamos en clase cuando comenzó todo, al principio fuimos 15, luego 9, luego solo jhon y yo, hasta que Camila nos encontró, solo mate a 3 y no olvido sus rostros, sé que hay que darles en la cabeza, pero el miedo me invade siempre que veo uno…¿Caminantes?, nosotros los llamamos mordedores...- Termino de decir. – Bueno, será mejor que me vaya a dormir, mañana me toca salir a buscar suministros, seguro vaya con Karen…. – Agrego y atino a irse…

 - Espera, con el primer rayo de sol búscame y yo iré contigo… - Agrege, la joven sonrio y tras dar su visto bueno se alejo, yo volvi con los muchachos, ese tal Jhon ya se había ido y les conte a ambos lo que había averiguado, sobre el padre de Camila y que al amanecer saldría a buscar suministros. – Podrias traer las cosas del coche, y evaluar seriamente el quedarnos un tiempo aquí, las rejas de afuera son de hierro puro, estamos a una jodida fortaleza…- Propuso Ben.

 - Fue lo primero que pensé cuando las vi, es un buen lugar lo admito, ¿Pero crees que nos dejaran quedarnos asi como si nada?....- Dije dejándome caer sobre un banco de madera, mi mirada fija en el la oscuridad en lo alto, casi no se podía ver el techo.

 - El padre de esa chica es nuestro boleto de entrada, si conseguimos su medicina…. – Agrego Charlie, nunca hablaba pero cuando la hacía no era en vano…- Eres un puto genio… Ahora por listo mientras duermo las pocas horas que quedan hasta el amanecer, busca el nombre de su medicina, iré con la niña en la mañana a buscarla…-

Continuara.

El Amanecer de los MuertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora