Llegué a casa después de ese inesperado día.
— ¿Hola, hay alguien en casa? —dije al entrar.
— Hola hija. —me recibieron mi madre y mi padre con un abrazo. Me hacían tanto bien sus abrazos, pero por mala suerte siempre me hacían falta.
— ¿Qué hacéis aquí? ¿No tendríais que estar en la oficina? —pregunté un tanto curiosa. A lo mejor había llegado el día en que se habían dignado a pasar un día con su hija.
— Sí, pero tenemos una muy buena noticia que contarte. —empezaba mi madre—. Vamos a hacer una empresa conjunta con nuestros amigos Marie y Eric. Eso hará que que nuestras ganancias aumenten y podamos mejorar nuestro futuro, tu futuro. —terminó mi padre.
— ¡Qué bien! Me alegro muchísimo por vosotros. Pero lo de mi futuro... No creo ni quiero que mejore. Estoy bien así. Yo solamente quisiera que vosotros... —no logré terminar por la interrupción de mi madre.
— Me olvidé de contarte. Para poder hacer este contrato, acordamos que la herencia no podía ir solamente para ti, sino que también iría para el hijo de Marie y Eric, así que acordamos que tú y él os podrías casar lo más pronto posible y así no habría problemas. Todo sale de familia.
— ¿Qué? ¿Me estás jodiendo? Como... Como podéis ni siquiera decidir por mí... Con quien casarme, cuando... —espeté con mis palabras que salían como un trabalenguas. No podía más del nerviosismo y de la furia que sentía dentro. No pasaban siquiera un día con su propia hija y ahora ellos decidían por mí. ¿Como tenían ese derecho?
— Hija, tranquilízate... Entiendo que estés un poco asustada y frustrada por esta decisión... Pero es por tu bien y futuro. Además el muchacho está muy bien. —se adelantó mi madre, hasta llegar a mí y agarrarme entre sus brazos.
— ¿Qué me entendéis? Desde los 18 años que no hacéis el papel de padres y ahora tenéis las narices de tratarme como si estuvierais siempre conmigo, sabiendo lo que me sucede y lo que siento... Pues no. No me puedo creer que me hagáis vendido, hagáis vendido a vuestra hija por el bien de la empresa... —ya no podía controlar mi rabia. Me temblaban las manos, las lágrimas estaban a punto de salir, ya era demasiado tarde—. Está bien. Voy a hacer lo que me pidáis, pero que sepáis que habéis destrozado a vuestra hija.
Me fui. No tenía nada más que decir. Todas mis palabras se fueron con el viento, ya que eran en vano.
— No me puedo creer que te hayan hecho eso. Que hayan hecho planes por ti.—dijo Álex.
— Sí, el problema es que los quiero y sé que ellos me quieren a mí. Pero no quiero este tipo de vida. No quiero que decidan por mí. No quiero que lo hagan menos cuando no están cuando los necesito. —dije abrazándole. Él era la única persona con la que podía estar en un momento así.
— Ya verás que todo se solucionará, princesa. Además a lo mejor el chico está bien y a lo mejor te enamoras y todo. —me dijo guiñándome el ojo.
— ¡Mejor cállate! Eso me dijo mi madre y no pienso dejar que me manipulen por esa tontería. Me podrán casar pero no sentiré amor por esa persona. No porque quiera el mal en el chico, sino porque si me tengo que enamorar será porque yo lo hago, no porque lo deciden por mi. —dije entrando en la Universidad, después de mi primera semana.
— Vale, vale, lo que tu digas enana. —dijo depositando un beso en mi mejilla—. Te veo en Economía.
Se fue alejando y apareció Maria, si la chica de la que hablé hace una semana. Nos llevamos genial y ya hemos empezado a ser muy buenas amigas.
— Hola Sarah. ¿Otra vez con tu caballero andante? —dijo dándome un beso en la mejilla.
— No es mi caballero andante. Es solo mi amigo. —le dije. Desde que nos conocimos siempre dice que Álex y yo terminaremos juntos.
— Eso dices ahora... Espera aquí de 1 año... El curso acaba de empezar... —dijo empezando con lo mismo de siempre.
— Bueno. Entremos, sino nos van a poner falta. —dije evitando el tema.
—•—•—
NUEVO CAP🌸
Espero que les guste💗 si te gusta da estrellita y comenta
Que injusto que decidan por ti. ¿Verdad?
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Amigo por conveniencia
RomanceSarah Martínez es una chica digamos no muy sociable, es muy tímida y eso no facilita las cosas. Por suerte tiene a su mejor amigo de la infancia que siempre esta ahí, Álex Fernández. Él siempre ha estado para ella en los mejores y peores momentos de...