Juegas con fuego todo el tiempo. Te estas quemando y no lo sabes. Sólo sientes la adrenalina y el placer que eso te da.
Hasta que llega el momento en que toda tu eres fuego y necesitas que alguien arroje agua sobre ti y te salve.
Conoce la historia...
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-¡Hombre! Tu y yo nos vamos a llevar bien...
Levanta la mirada y me mira serio
-¿Por que tu tienes móvil y yo no? ¡Ah! ¡Ya se! Seguro que ha sido idea de mis padres y del idiota del director. Pfff.¿ Te has quedado dormido verdad? Por eso no has ido a la otra clase. Créeme me he visto tentada a ni siquiera levantarme. Pero ya que estoy aquí... quiero divertirme un rato y reírme de los profesores. Seguro que el de esta asignatura, sólo con saber que es protocolo será un viejo o una tía estirada insoportable
Me río y toca el timbre para avisar de que empieza la clase
-¿Verdad?
Todos entran y el sin quitarme la mirada de encima se levanta y me mira serio
-¿Tu nombre?
-Faiht
-¿Que más?
-Gómez
-Señorita Gómez... Tome asiento
Mierda... es el profesor... y menudo profesor tengo que añadir pfff. Le miro y veo que no lleva uniforme. Ya podría haberme dado cuenta antes.
¡Joder!
Me doy la vuelta roja como un tomate y me siento en la primera mesa que veo vacía.
-Muy bien. Ya veo que es la graciosa y malota del grupo. Mi nombre es Byron Thomas. Y sere vuestro profesor de protocolo. Y señorita Gómez, como puede comprobar no soy ni viejo ni una tía estirada
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