Solo una historia que contar

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Y por fin, llegamos a mi último One Shot escrito en este concurso.

Como bien ya leyeron, las dos primeras pruebas de esta última fase fueron de drama y comedia, en este último One Shot fue una fusión de ambos. Ajá, drama y comedia juntos.

En este One Shot utilice 4197 palabras, y la protagonista es Ginny Weasley.

Y ahora, los dejó leer...

Solo tenía 10 años la primera vez que lo vi, y estoy segura de que de tener 50 hubiera reaccionado igual.

—¡Mamá! ¡Mamá! ¿Ese es Harry Potter? —trataba de ponerme de puntitas solo para llegar a ver su alborotado cabello azabache.

—Ginny, es de mala educación apuntar —mamá me dio un pequeño golpe en la palma de las manos y yo hice un puchero.

—Pero, mami, es Harry Potter.

–Si. Y yo soy Molly Weasley, tú eres Ginevra Weasley, y aquel es un vagabundo. Pero todos debemos ser tratados con el mismo respeto, Gin.

No me importaba que estaba diciendo mamá. Comenzó a hablar sobre lo irrespetuosa que soy, luego que papá era igual de irrespetuoso, después de que todos sus hijos éramos irrespetuosos, siguió con algo así que también sus hermanos eran irrespetuosos y al final algo así de que todo mundo era irrespetuoso (claro está, menos ella, porque ella es la gran Molly Weasley).

Pero no me importaba nada de eso... bueno, tal vez algún día lo tomaría en consideración, tal vez cuando necesite trabajo o aprobar alguna materia. Lo que en realidad me importaba era ese azabache que acababa de subir al expreso antes que mis hermanos. Ese chico me acababa de flechar, y estaba segura de que iba a ser mío tarde o temprano.

Si... mi plan no iba tan bien como creía.

Estuve todo el año, un largo año esperando a que mis hermanos regresarán de Hogwarts y uno, me contaran todo lo sucedido en Hogwarts (por favor, ¿un perro de tres cabezas? ¿un ajedrez gigante?, ¿plantas asesinas?, ¿trolls?, eso es algo digno de escuchar) y dos, saber absolutamente todo sobre el grandioso Harry Potter.

Pero... mis planes no estaban saliendo como lo había imaginado.

Una linda y bella mañana, yo iba a atragantarme de comida como una buena Weasley, pero de la nada, aparece una cabellera azabache, nada que ver con el mar pelirrojo que se ve normalmente.

—Hola —dijo nada más, con una sonrisa en el rostro.

Una persona normal contestaría con otro siempre "Hola", pero por favor, estamos hablando de mi, la torpe y ridícula de 11 años Ginny Weasley. Claro que no contesté con otro simple "Hola". No. Yo abrí los ojos como quien no quiere otra cosa y salí corriendo como alma que lleva el diablo escaleras arriba, sintiendo como toda la sangre de mi cuerpo abandonaba mi anatomía y se disparaba directo a mi rostro, aunque ahora lo debería llamar "mi tomate".

Antes de llegar a la privacidad de mi habitación, dispuesta a cuestionarme la razón de mi existencia, cuando choqué con dos paredes blandas que hicieron que mi ser se cayera al duro y frío suelo.

—¿Te maquillaste como payaso, Ginny, o por qué estás tan roja?

Levanté la mirada y me encontré con mis dos hermanos gemelos mirándome desde arriba, con esa pizca de burla que jamás abandona sus miradas.

—A ustedes no les importa —les dije poniéndome, si eso es posible, aún más roja.

—Espera, Georgie, ya sé por qué está así... el lindo y guapo Harry James Potter está aquí abajo.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2017 ⏰

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