Una profecía incorrecta

La ruptura se abrió por completo antes de que la daga atravesara el pecho de Frost, y de ella emergió Kassadin, con un Orbe Nulo lo suficientemente cargado como para destruir la Suspensión de Vacío de Malzahar y alejarle del muchacho.

-Estás muy lejos de casa, hermano -Dijo Malzahar al reincorporarse por completo- ¡Ignorare tu insolencia si te unes a nosotros en nuestro día glorioso!

Malzahar tenía una sonrisa enorme en los labios, saboreaba su victoria. Confiaba mucho en su poder como para permitirse que Kassadin lo arruinara todo otra vez. No lo permitiría. Kassadin avanzó unos pasos sin decir nada, aún no había sacado su cuchilla, por lo que Malzahar no estaba preparandose aún para el combate. Se detuvo frente al joven Frost que permanecía en la fría nieve, y comenzó a mirarle.

-No puedo permitirte que lo hagas. No puedo permitirte que destruyas el mundo que amo. -Levantó su vista y la fijo en los ojos de Malzahar, sin moverse de su sitio- Has llegado demasiado lejos, Profeta.

-El destino me guió hasta aquí. Me convertí en su voluntad -Malzahar se acercó a Kassadin, sin guardar su daga, aun que no tenía intenciones de usarla contra él. Su poder sería valioso para abrir otras puertas del vacío- Está escrito, únete y tendrás un puesto asegurado para el nuevo mundo.

Malzahar levanto su mano, y se la ofreció a Kassadin. Esperaba a que este respondiera apretandola y cerrando el trato. Un valioso aliado, otro mortal que se había dejado corromper por el vacío y que aún vivía.

-Juntos seremos imparables.

Kassadin bajó su mirada hasta la mano de Malzahar, y levantó la suya lentamente. Todo parecía que desde hoy, Kassadin y Malzahar se unirían para unir a ambos mundos en uno solo. Pero antes de apretarla, solo segundos antes de que ambos tuvieran contacto físico, los labios de Kassadin comenzaron a moverse-

-El destino se ha equivocado.

Kassadin invocó su cuchilla y atraveso por completo a Malzahar, quien no había podido preveer este ataque. Sus visiones le habían mostrado a un poderoso aliado, le habían enseñado a un Kassadin abriendo las demás puertas junto a él. Le mostró como forjarían un nuevo mundo... Pero se había equivocado, sus visiones habían sido erroneas en esta ocasión, y eso estaba a punto de costarle la vida.

Antes de que Malzahar lo aprisionara con su Agarre Infernal, Kassadin usó nuevamente la ruptura del vacío para alejarse lo suficiente de Malzahar y prepararse para el combate de su vida. Un Orbe Nulo más grande aún emergió de su mano, derribando muy lejos a Malzahar. Los seguidores de este no se mantuvieron mucho más al margen y entraron a combatir a Kassadin, quien tuvo que olvidarse momentaneamente de su malherido contrincante. Malzahar seguía aturdido por su error, y en su desesperación de estar perdiendo sangre, utilizó sus pocas fuerzas para invocar una horda de Entes del Vació y huir del lugar en solitario, abandonando a los suyos.

Para el amanecer, los únicos seres con vida en este frío páramo eran Frost y Kassadin. Era un amanecer especial, más allá de la muy baja temperatura que hacía y de que ambos estuvieran próximos a morir si se mantenían en este lugar, Kassadin se sintió por primera vez en años feliz, al saber que no estaba solo en la batalla contra el Vacío.