Pensamientos de un fénix

lo siento.

Lo siento.

Siento haber invadido tu mente todas esas noches
con aquellas historias que se quedaron sin su final
cuando te quedaste dormida.

Lo siento.

Siento haberte dado tantas falsas esperanzas
cuando caminabamos de la mano
y te hablaba de cómo sería cuando despertaras a mi lado
y yo te preparara tu té favorito.

Lo siento.

Siento haberte contado todos mis sueños
en donde caminabamos por las frías calles de Londres,
te besaba en uno de los tantos canales de Venecia,
y donde miraba tus hermosos ojos
bajo una noche estrellada en Madrid.

Lo siento.

Siento haberte hecho creer que, algún día,
ese futuro con el que soñábamos se cumpliría,
y que te leería bajo un árbol tu libro favorito.

Lo siento.

Siento haber gastado tu tiempo.
Siento haberte convencido de creer aquellas locas fantasías.
Y siento, más que nada,
haber dejado esa profunda herida en tu corazón.

Lo siento.