CAPÍTULO 4

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Evan

-Evan- Una voz femenina susurra mi nombre

¿Beca?

Entreabro los ojos despacio y frente a mi veo unos grandes ojos grises que me miran sorprendidos.

-¿Evan?- Volvió a decir Ayla, acerco su dedo a mi nariz para asegurarse que siga respirando, por la manera en la que estoy recostado en el sofá a mi también me daría la idea de que me encuentro sin vida.

-Estoy bien Ayla- Escucho como ella deja soltar el aire. Abro los ojos y la veo agachada para estar a mi altura, llevaba unas bolsas en la mano- ¿Qué haces?- Le digo mientras intento sentarme, siento mi boca seca y una pesadez horrible en mi cabeza, como si fuera a estallar.

Maldita sea. No debí haber tomado tanto.

-Voy a preparar el desayuno ¿O es almuerzo?. Bueno el punto es que Janeth me llamó y dijo que pasara a verte. ¿Cómo vas con la resaca?

-Me duele mucho la cabeza- Digo

-Si, lo entiendo, Janeth dice que de milagro no tienes un coma etílico, por eso traje esto- Dijo levantando la bolsa- Mi mamá me dio una receta para la resaca- Ella se dirigió a la cocina

-¿Estas solo?- Escucho que me habla desde la cocina-Johann estaba conmigo, tal vez este durmiendo- Dije alzando la voz, al parecer me había quedado dormido en el sofá y alguien me había puesto una manta- Ayle voy a ducharme- Dije mientras me levantaba del sillón.

-Esta bien- Dijo ella desde la cocina, se escuchaba que movía muchos trastes. Me dirigí al cuarto del baño, tome una ducha rápida lo que ayudo con el dolor de cabeza pero no con la boca seca, termino y subo a mi cuarto, me pongo lo primero que encuentro (unos jeans, una camisa azul calcetas y tenis). Las imágenes mentales de Beca gritándome que la dejara en paz rondaban por mi cabeza una y otra vez como si fueran las escenas repetitivas de una película.

-Evan por favor- Dijo medio gritando, el cielo oscuro se reflejaba en sus ojos- Déjame de una vez, no te amo entiéndelo, nunca te amé, solo estaba jugando, no creí que esto llegaría tan lejos  Estoy harta de ti y de fingir que esto esta bien, que nosotros estamos bien.

Ella estaba cerca de la orilla del mar, ambos alejados de la casa, estaba un poco borracha, sabia que no lo decía en serio, o mas bien yo no quería que lo dijera enserio.

-Por favor- Decía entre lágrimas- No puedes terminar con esto, no me hagas esto Bequi, linda yo te amo- Ella me empujo con todas sus fuerzas y regreso a la casa...

-Buenos días Ev, tardes mas bien ¿Como te sientes?- La voz de Ayla me saca de mis pensamientos tormentosos

 Termino de bajar las escaleras, me había quedado a medio camino pensando en todo lo que había pasado, voy directo a la cocina, veo que Ayla prepara el almuerzo mientras hace una especie de canto son voz con la cuchara que lleva en la mano simulando un micrófono.


-La ducha me animó mucho, gracias ¿Quieres que te ayude a algo?- Le digo y ella me da una tabla de picar y un cuchillo mientras me sonríe, yo la tomo y ella me pasa las Verduras. Yo la miro y comienzo a picar. Cuando termino se las paso y me sirvo un vaso con agua.

SUEÑOS BESOS Y LLUVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora