Ayla
Mis pies me dolían, los tacones no me sentaban nada bien, ¿A quien se le ocurre que una mujer puede meserear con tacones de quince centímetros? Yo sé, al idiota de mi jefe. Es un completo hijo de puta y un maldito pervertido.
Mi trabajo era en un bar nocturno en el que había trabajado mi hermana un tiempo, al parecer a mi jefe no le importó mi edad, por el sólo hecho de tener pechos me daba una vacante aquí, aveces le hacía de mesera o unas cuántas de DJ, debo admitir que el trabajo no me gusta pero paga mis cuentas, por ahora tenía dos trabajos (aquí y en un restaurant de hamburguesas que simula ser de los años 60's). Sólo tendría doble turno hasta entrar a la Universidad, espero que con mis dos sueldos y lo de Dylan podamos pagar la renta del apartamento. Eran casi las tres de la mañana y estaba exhausta.
-Señorita- Un hombre elegante de traje me obligó a salir de mis pensamientos. Me acerqué - Por favor un Whisky con hielo- Dijo, sentí como me desnudaba con la vista, lo cual no era mucho debido al corto vestido de prostituta que Eduardo, mi jefe nos obliga a usar. Le llevé su trago al hombre y luego fui a atender una mesa donde un grupo de chicos se encontraba reuniendo dinero.
-Es tu turno de pedirla- Dijo una chicha morena, un chico alto de cabello castaño me daba la espalda, me era familiar de algún lado, entonces lo reconocí, era el chico de la fiesta de Evan que quería golpear a Alejandro
-Queremos otra botella de tequila -Dijo el chico alto girando en mi dirección, me miró y puso cara de sorpresa-¿Ayla?
Yo no reaccioné, sabía que lo había visto en la fiesta de Evan pero no recuerdo haberlo visto antes.
-Hola- Dije dándole una sonrisa forzada
-Dios, cuanto tiempo sin verte, estas muy linda, casi no te reconozco con ese vestido, pero, ¿Que demonios haces aquí? estas muy lejos del Royaldmon- Al parecer me conocía bien, el notó mi confusión
-Soy Noah, fuimos juntos al mismo colegio, solo que ya tiene dos años que me gradué, yo estuve contigo en un debate ¿Recuerdas?. Creo que fue... Como tres años atrás.
-¿Noah?- Entonces recordé al muchacho, siempre me prestaba algo cuando lo olvidaba, si yo había cambiado el lo había hecho el doble, estaba irreconocible, es bastante alto de tez morena, delgado pero no lo suficiente para no tener músculo, ojos color café y un tupido cabello rizado marrón- Ya te recordé, tiene mucho tiempo que no te veía, desde Royalmond, odiaba ese instituto de niños ricos
-Es una ironía para alguien cuyo hermano tiene de nombre Rico, en inglés obviamente- Dijo sonriendo de medio lado
-Hey! Noah si vas a seguir ligando procura que al menos nos den la botella gratis- Dijo una chica morena que estaba sentada con todos los demás chicos. La chica puso cara de pocos amigos, no podía verla a detalle, solo veía sus grandes ojos azules y su cabello negó.
-Ya les traigo su botella- Dije viendo a la chica y me alejé de la mesa a la barra donde Santiago estaba sirviendo tragos, le hice las señas correspondientes para una botella de tequila, Santi me la pasó, habíamos creado ese lenguaje para que fuera más rápido, tomé siete caballitos y los llevé a la mesa que estaba atendiendo, cuando llegué la mayoría estaba bailando, un chico Rubio me observó por unos instantes
-Aquí les dejo su botella, si necesitan algo más por favor avísenme- El chico asintió y yo seguí sirviendo tragos, de aquí para allá y de allá para acá. Toda la madrugada.
Toda la maldita madrugada.
...
-Oye ya viste quién está allá- Dijo Mitzyn, la otra mesera que me ayudaba en mi turno, era tres años mayor que yo pero se veía más joven con el cabello rizado y su piel morena cubierta de tatuajes en los brazos.
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SUEÑOS BESOS Y LLUVIA
Roman pour AdolescentsAyla es una chica de 17 años que creía que todo en su vida era perfecto... Asistiría a la misma universidad que sus mejores amigas, tiene una familia grandiosa y amigos increíbles. Pero la llegada de nuevas personas a su vida y una noticia hace q...