❝ｓｏｒｒｙ❞ ❲ ᵗᵒʳᵈᵉᵈᵈ ❳

4.

Despertó con un ligero dolor punzante en la parte de al lado de su cabeza, paso su mano por todo su rostro para tener más despierto su cuerpo, se movió para acomodarse en la suave cama tratando de consolidar nuevamente el sueño, a sus pies sentía como unas pequeñas patas de un animal subían a el, pudo sentir la respiración en su rostro como si le estuviera olfatear do, atrapó al pequeño animal entre sus brazos y abrazarlo acomodando lo en su pecho para dormir más cómodamente.
Respiró profundamente pensando que todo había Sido un sueño, un sueño espantoso y triste. El sol empezó a entrar por la ventana pegándole directamente al rostro, hizo una mueca, " ¿Por qué ? " se dijo a sí mismo, pues en su habitación solo tiene una ventana y esa esta a un lado por la parte de atrás de la cama y está le pega de frente.

Puso ambas manos en un solo lado dejando ir al felino para levantarse como siempre, abrió delicadamente los ojos, notando que esa no era su cama, en lugar de tener las usuales cobijas verdes ahora estás eran de una tonalidad negro opaco, se les quedó viendo durante un buen rato para pasar sus pies por la mitad de la cama y pisar un tapete color gris debajo suya, definitivamente no estaba en su departamento. Miro a todas partes, revisando cada rincón de la habitación, todo era de colores grises y la pared de color blanco daba un ambiente natural.

Escucho la apuesta abrirse.

– vaya, ya despertaste. – se escucho la voz noruega que tanto extrañaba.

– ¿Qué? – fue lo único que pudo decir antes de ver al noruego recargado en el marco de la puerta con una taza de café, y una ropa algo distinta a la usualmente utiliza, llevaba una camisa de rayas color negro y rojo, mangas dobladas y suelta, el pantalón era uno de mezclilla arrugado y suelto.
Y su rostro, ese tenía vendado la mitad.

– Te desmayaste después de verme – dijo acercándose al de baja estatura quedando frente a la cama y cruzarse de brazos. – vaya forma de saludar a un viejo amigo Edd.

– . . . – se quedó en silencio, le estaba haciendo incómodo hablar con la persona que una vez los trato de matar, pensándolo rápidamente decido de cambiar de conversación. – ¿Qué te pasó?

– ¿ Te refieres a esto ? – dijo señalando a su rostro y brazo, uno después del otro, dió un suspiro. – Fue cuando explotó el robot, mi rostro quedó con heridas, afortunadamente estás se podrá curar en otros años más, y mié brazo. . . Bueno estaba demaciado dañado y tuvieron que quitarlo y reemplazarlo con la de un robot.

– y ¿ Ya estás acostumbrado ?

– Si, tomo un tiempo pero me acostumbré. . . Dejando lo mío de lado, ¿ Qué tal ? — pregunto sentándose a un lado del castaño el cual reaccionó rápidamente y se alejó un poco del contrario, desvío la mirada para evitar la otra. – vaya que no te gusta que este serca tuyo.

– no es eso, es solo que. . . Es raro verte de nuevo, después de. . .eso.

– Entiendo.

– respondiendo a lo anterior, todo está bien, o eso creo, la cercanía que teníamos los chicos y yo ya no es tan unida, en cuantos a las aventuras, solo salimos cuando no tenemos nada que hacer o por casualidad pasan, una vida. . .¿Normal?

– se están distanciando ¿no? – asintió con la cabeza. – bueno, será menor que te llevemos devuelta a tu departamento, no sería bueno preocupar a los chicos.

– Oh. . .bien.

[. . .]

– ¿ Edd ? – se escucho por toda la casa el como era tocada la puerta repentinas veces, cada una se hacía más fuerte – vamos Edd, no estamos jugando ¿Verdad?