Prólogo

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En el 1998 se crea el Centro Interno de Tratamientos Revolucionarios e Innovadores. Para más corto, CITRION.

CITRION, un laboratorio que a pesar del poco tiempo que llevaba laborando estaba siendo bastante aceptado en el ámbito científico, pues el objetivo de el nuevo centro era encontrar la cura para enfermedades como el cáncer, el cólera— una enfermedad que se había vuelto muy común en ese entonces–, el SIDA y un sin número de enfermedades más. El avance que tuvieron en sus distintas investigaciones hizo que la fama del lugar creciera ocasionando que científicos de distintas partes del mundo quisieran trabajar en tan prestigiosa institución.

Alrededor del mundo fueron reclutados los mejores científicos en sus respectivas áreas con el objetivo de que participaran en un proyecto secreto que se llevaría acabo en la instalación.

Con el paso del tiempo las atrocidades cometidas en el laboratorio iban en aumento, tratar de desarrollar un sexto sentido en una persona no era nada sencillo en lo absoluto y métodos como la tortura eran constantes. Entre otros métodos también estaba la creación de nuevas drogas, drogas que inclusive llegaron a auto inyectárselas, buscando resultar con alguna habilidad; pero los resultados seguían siendo negativos.

Por primera vez se vio un avance en el proyecto cuando una de las científicas, tuvo la idea de aplicar las sustancias que creaban en su cuerpo buscando que el bebé que llevaba en el vientre presentara algún avance.

No se pudo saber el resultado ya que en las últimas etapas de gestación del embarazo la madre se llenó de miedo, tenía miedo que luego tomaran a su hijo y lo utilizaran como rata de laboratorio al igual que los demás experimentos. Tratando de evitar eso se escapó del lugar junto a su esposo.

Ellos creyeron que al escaparse este nuevo método había quedado por terminado, pero realmente no fue así.

Una nueva era a penas había comenzado.

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