Máscara creíble

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No entiendo nada, acabo de entrar en el instituto y ya le caigo mal a alguien.
Bueno... No alguien, si no una hermosa chica a la que me gustaría conocer, bajita con el cabello moreno a tirabuzones, era delgada y aparentaba ser muy  lista,pero ella se niega en redondo, no se porqué. Le había tocado guiarme por el recinto, decirme las normas y tal. Me había pasado todo el rato preguntándole cosas para que me respondiera pero ella se negaba. Hasta que me cansé y le dije:

-¡Oye!- conseguí llamar su atención-¿Que te pasa? ¿Porque no contestas a nada? Quiero conocerte más-.
Me miró mal, con una mirada amenazante que me heló las venas y me contestó:
- La siguiente vez conoce antes de hablar, cuando eso ocurra te responderé- y se fue dejandome a mi confundido delante de la mesa del comedor.
Entré y me fui a la mesa de mis nuevos amigos (o compañeros que me habían acogido amablemente en su grupo), me senté con ellos y empecé a comer mientras hablaba con ellos.
Un ruido que venía de la mesa de al lado, me sacó de mi ensueño en el cual estaba metido desde hace más de quince minutos, mientras fingía escuchar mientras asentía con la cabeza. La chica que me había dejado plantado en la puerta del comedor, había estampado su cabeza contra la mesa, a mi lado mis compañeros se reían y un comentario en especial salido de la boca de Bethanie, me dejó clavado en el sitio.
- Cuidado, que perderás las las pocas neuronas que te quedan Abby- levantó la cabeza y le mandó una mirada envenenada, como la que me había mandado a mi pero peor.
Me miró y yo a ella y pensé, ¿como es posible que esa chica sea la Abby de la cual me habían hablado mal? Sinceramente no parecía que ella fuese todo lo que me habían dicho, entonces en mi cabeza se fue formando la idea de que si ella fuera tan buena como aparentaba no me habría hablado así, pero por otro lado su respuesta rondaba en mi cabeza continuamente.
-La siguiente vez conoce antes de hablar, cuando eso ocurra te responderé-

El resto del día pasó lentamente y muy aburrido, me habían puesto un millón de deberes de todas las asignaturas y en casa no los podía hacer con mi pequeña enanita de jardín (con cariño), merodeando por toda la casa, a si que me fui en busca de la biblioteca del instituto.

Después de bagar perdido por todas partes y preguntar a veinticinco alumnos (¡¡si veinticinco!!), llegué a la famosa biblioteca, a la cual casi nadie a quien le pregunté sabía ir, me senté en una mesa aislada y empecé ha hacer la tarea de historia. Y así hasta haberlos terminado todos, me fui.

Pasé por el parque donde me senté en un banco y suspiré un momento, me paré a pensar si estaba haciendo algo mal. Intenté analizarlo todo y controlar mis pensamientos que daban vueltas como en una gran y gigantesca noria que no frenaba nunca.
Me levanté y al llegar a mi casa entré y dejé la mochila en el suelo cerca de la entrada. En el salón me encontré a mi pequeña princesa de cinco años durmiendo en el sofá, la cogí en brazos, me despedí de la niñera que la cuidaba, que en verdad era una amiga de mi madre y la llevé a su habitación para tumbarla en su cama y le di un beso en la frente para después decirle:
-Buenas noches hermanita-.

Entré a la cocina a por algo de cenar, en la nevera había poca cosa así que cogí lo primero que pillé que dio la casualidad de que era el pollo sobrante de ayer y lo calenté en el microondas, lo metí en un plato y me senté en una silla del comedor para ver la tele de mientras, vi una película y me fui a mi cuarto.

En mi habitación estaba todo como siempre: la cama pulcramente hecha, el escritorio desordenado, el armario cerrado con ropa desparramada delante y las estanterías llenas de libros.
Me tumbé en mi cama y estuve pensando en lo que me había dicho Abby antes de dejarme en el comedor, de la mirada que le lanzó a Bethanie después de su comentario, la mirada que me lanzó a mi...
Tras varias horas, caí en los brazos de Morfeo.

Soñé con un lugar lleno de libros y más libros, la biblioteca, habían libros esparcidos por el suelo, notaba un peso en los brazos y al agachar la cabeza para ver lo que tenía encima dejé de notar el peso y la imagen se distorsionó y cambió, debajo mío había hierba y estaba apoyado en un árbol, levanté la vista y divisé en el tronco una figura tallada, un corazón con una ele y una a en el centro de este, en mi mano, había una foto de dos personas abrazadas pero no las veis bien, las imágenes fueron cambiando y cambiando pero yo no me despertaba.
Parecía como si fueran imágenes reales que en un futuro pasaran, pequeños déjà vu o simplemente mi mente que se estaba quedando sin ideas para soñar y hacía típicas escenas cliché de libros que ya me había leído y que probablemente me leyera en un futuro.
Seguramente mañana no lo recordase o se quedará en el fondo de mi mente escondidas del exterior, bajo esta capa que he fingido ser en diferentes partes del día.

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Hola a tod@s, este es el segundo cap espero que os guste.
Pido disculpas por las faltas de ortografía.
Hasta la próxima 🙋

Afrsmalb

Una historia de amor como otra cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora