Pesadilla Realizada

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Hoy volvían mis amigos de su viaje a Rusia, Bea y yo estábamos emocionadísimas, todo un largo verano sin verlos y los echábamos de menos, absolutamente nada nos podría hacer perder esa felicidad.
Como me equivocaba.

Llegamos juntas al instituto, riendo como unas burras, estoy segura de que si estuviéramos bebiendo algo me hubiera salido todo por la nariz, cosa que no me hace gracia, ya me pasó una vez y lamentablemente con coca-cola. Entramos al aula del profesor Scott y nos sentamos juntas, al entrar el profesor al salón nos mandó callar a todos y enganchó un folio en la pizarra para luego decir:

-Estos son los sitios que tendréis durante este mes en mis clases- dijo, para después añadir- y que no hayan quejas- a lo que, de fondo se escucharon miles de quejas. 

La clase pasó muy lentamente y en ese maravilloso momento que casi me duermo, la alarma de fin de clase sonó estruendosa. Los alumnos se levantaron veloces a mirar la lista y con suerte para mi me tocó con Bea.

Un par de horas, sólo un par y los gemelos ya estarían aquí después de su viaje.
A diferencia de Bea que era rubia de ojos azules, los gemelos eran ambos morenos tanto de ojos como de pelo eran exactamente iguales, salvo por una gran diferencia, Annie era chica y Connor chico.

Entré al aula de Biología y me senté delante de todo, la maestra entró apresurada al aula. La clase me pareció corta, me gusta Biología, bueno... No mucho, me gusta como explica la profesora (que es la misma que en matemáticas) y eso me ayuda mucho porqué lo entiendo más que de las otras maneras en las que los otros profesores enseñan.
Cuando terminó la clase, todos nos quedamos para saber nuestras parejas del proyecto de este trimestre.
La profesora se puso de pie y empezó a recitar nombres. Cuando oí mi nombre volví a prestar atención:
- Abby Adams y Luis Stonne- oh, venga ya.
¡Enserio!
- Señorita Adams, he dicho que no se queje nadie- me dijo enfadada.
Oh no, lo he dicho en voz alta.
-Para que querría yo ir con alguien que habló mal de mi a mis espaldas- susurré. A mi lado un pelinegro me miraba confuso, como si recién se enterara de algo que no sabía.

Después de la clase salimos juntos ya que teníamos que acordar horarios para el trabajo.
-Ten- me dijo entregándome un papel- es mi número de tele...- pero no terminó ya que unas manos me taparon los ojos.
-¿Quien soy?- dijo una voz conocida.
- Em... Déjame pensar... ¿Connor?- dige haciéndome la despistada.
- Muy bien- me felicitó liberando mis ojos y sonriendome.
- Ten Abby- me dijo Luis- mi teléfono, adiós- y se fue dejándome un papel arrugado en las manos.

-¿He interrumpido algo?- me preguntó Connor con burla.
-No, nada- le dije rápidamente- vamos- y nos fuimos de camino al comedor.

Al llegar cogí mi teléfono y le escribí un mensaje a Luis:

Hola Luis, soy Abby, ¿te parecería bien quedar al acabar las clases en la biblioteca?

Llegaron Annie y Bea y me abalancé sobre Annie y le di un fuerte abrazo que ella me devolvió con fuerza.
Mi móvil sonó y me separé para mirarlo.

De acuerdo, nos vemos esta tarde en la biblioteca. No te olvides.

Guarde el teléfono bajo la atenta mirada de mis amigas y mi amigo.
-¿Con quién hablabas?- me preguntó Bea sacándome el móvil de mi bolsillo, marcó la contraseña y leyó los mensajes.
-¡¿Pero no lo odiabas?!- dijo lanzándome una mirada incrédula.
-Es para el proyecto de Bio- le contesté.
-Ah...- me contestó y se calmó.
Comimos juntos en la mesa de siempre, nos contaron sobre su viaje y diferentes anécdotas sobre todo lo que habían vivido, nos enseñaron fotografías de los países y de la comida que habían probado originaria de Rusia.

El resto del día se me pasó volando, entre risas y recuerdos de vacaciones, quería irme a casa pero no podía, había quedado para hacer el proyecto.

Me fui a la biblioteca para esperarlo y busqué un libro para entretenerme de mientras, lo encontré, estaba arriba del todo pero me daba igual. Recorrí toda la estancia hasta dar con un silla, la llevé hacia la estantería donde el libro se encontraba y volví a localizar el libro, coloqué la silla delante de la estantería y me subí para coger el libro. Ya lo tenia en las manos era bastante grande, un tocho como dirían mis amigos, pero para mi era un pelín pequeño ya que me encanta leer. Intentaba bajar cuando un sonido me descolocó y perdí el equilibrio. Caí y cerré los ojos, pero antes de tocar el suelo como yo creería que pasaría note algo más o menos blando, abrí los ojos y...

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Hola hola.
Aquí otro cap, espero que os guste, darle a la estrellita y sorry por las faltas.

Afrsmalb

Una historia de amor como otra cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora