Pasión Prohibida TERMINADA.

Capítulo 57: Las Cosas Cambian

NARRA LUCY:

Desperte muy temprano sintiéndome mucho mejor después de los terribles dolores que había sentido en la noche. Antes de dirigirme al apartamento para encontrarme con Matt decidí ir al cementerio a visitar a mis padres. 

Llevé unas bellas rosas,las favoritas de mi madre y pose tres tanto en su lugar como en el de mi padre. Me sentía muy culpable por haber faltado en mucho tiempo.

—Espero que sepan perdonar mi ausencia,pero en este momento no me encuentro bien— suspiré. —No sé que va a suceder y no dejó de pensar que todo sería muy diferente si ustedes estuvieran aquí. Estoy esperando un hijo y debería ser el momento más feliz de mi vida pero no es así,no puedo disfrutarlo como debería— limpié mis lágrimas. —Quisiera que todo fuera más sencillo— sentí una mano pasándose en mi hombro y voltee rápidamente. 

—Lo siento señorita,no quería asustarla— murmuró una anciana con un cesto lleno de flores.

—suspiré. —No sé preocupe—

—No quise irrumpir pero usted se ve muy triste siendo una joven muy bonita— sonrió. 

—A veces las cosas no salen como queremos— le dije.

—Es cierto,y eso muchas veces causa tristeza pero tal vez yo pueda hacer algo por usted— tomó una flor de su cesto. —Tenga,se la obsequio— sonrió. 

NARRA DENISE:

Desayunaba tranquilamente en la sala junto a Christine,aún seguía molesta de saber sobre el embarazo de Lucy y me negaba aceptar que toda la confianza que había depositado en ella durante todo este tiempo se había marchado con un abrir y cerrar de ojos.

—Lilly terminó de servir mi café. —¿Desea algo más señora?—

—Cierra la habitación de Lucy,no quiero ver a nadie más en ese lugar— la observé. 

—Pero señora Denise,la señorita Lucy— murmuró. 

—¿Acaso me estás contradiciendo? Haz lo que te ordeno ahora mismo— exclamé. 

—Claro,permiso— tomó la charola y se marchó. 

—Christine dejó su taza sobre la mesa. —Madre ¿Qué fue lo que sucedió?—

—Eso no te incumbe Christine,No preguntes si no quieres que te suceda lo mismo que a ella— bebí mi café. 

—Helena se acercó. —Buenos días— tomó asiento.

—Buenos días Helena— sonrió Christine.

—¿Dónde está Luke? Ya van dos desayunos en los que no se presenta— crucé mis brazos sobre la mesa.

—Él salió muy temprano,tenía una importante reunión— me dijo.

—No ha trabajado nunca y ahora es todo un empresario— agregó mi hija sarcasticamente.

—Lo hace por su familia— sonrió Helena. —¿Lucy no bajará a desayunar? Será mejor que vaya por ella— se puso de pie.

—No te preocupes Helena— dijo Christine y me observó. 

—¿Porqué?— preguntó cruzando sus brazos.

—Por que Lucy ya no va a regresar a esta casa— respondí. —Desde hoy esta casa estará bajó mis órdenes y deberán respetarlas,ya me cansé de su incomprensión—

NARRA MATT:

Mientras esperaba la llegada de Lucy decidí ocupar mi tiempo vaciando mi armario y escogiendo la ropa que llevaría y la poca que dejaría aún sin intenciones de regresar en algún momento. El timbre del apartamento sonó y fui a responder.

—Buenos días Matt— murmuró Lucy.

—Buenos días Lucy,adelante— ella entró y cerré la puerta.

—¿Cómo estás?— preguntó. 

—Estoy bien ¿Y tú?— respondí cruzando mis brazos.

—Bien,supongo— murmuró y observó una maleta. —¿Qué significa esa maleta Matt?—

—suspiré. —Significa que mi decisión está tomada y me marchare—

—¿Te marchas? ¿Cómo puedes hacer eso?— exclamó molesta.

—Ya hablamos sobre esto,no quiero volver a discutir contigo— le dije.

—Prefieres marcharte y dejarme lidiando sola con todo lo que está sucediendo,que buena persona eres Matt— cruzó sus brazos.

—¿De qué hablas?— la observé. 

—Mi abuela ya lo sabe todo,ella me odia y ya no me dejará regresar a la mansión— agregó. 

—¿Cómo?— murmuré. —No puedo creerlo—

—tragó saliva. —También hubiera decidido huír desde el primer momento pero como nunca he estado sola en mi vida no lo vi como una opción posible— 

—¿Qué tratas de decir con eso? No estoy huyendo,estoy haciendo lo que creo mejor— llevé mi mano a mi cabeza y voltee dándole la espalda.

—Está bien,si deseas irte entonces hazlo pero antes debes saber una cosa— suspiró. —Estoy embarazada— 

—fruncí el ceño. —¿Cómo dices?— la observé. 

—Estoy embarazada y ahora si,vete si quieres— me dijo y se marchó. 

Sin terminar de asumir su noticia fui detrás de ella rápidamente,no sabía como reaccionar en ese momento. Cuándo Lucy se acercaba al ascensor logré detenerla y sin mediar palabra la abracé pudiendo sentir su bello aroma nuevamente.