Extra 1

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-Oliver, cómo no te quedes quieto, juro que voy a matarte.

-Amooor, sabes que no soporto quedarme quieto tanto tiempo.

Estábamos en mi departamento, exactamente en mi estudio de arte. Llevo más de dos horas tratando de pintar a Oliver, pero el muy tonto no se queda quieto.

-Oli, bebé por favor. Estoy a la mitad, solo quédate quieto y si terminamos en menos de una hora, prometo llevarte a comer a donde tú quieras.- vi como sus ojos brillaban, su debilidad era la comida, más la italiana.

-¡SIIIIII!

Reí, lo conocía más que a mí mismo.

Llevábamos dos meses saliendo. Aún no formalizamos nuestra relación, pero estaba a punto de pedirle que fuéramos novios ya. No aguantaba un segundo más sin poder agarrar su mano cuando estábamos en público. Odio ver a las chicas babeando por él. Si supieran que es gay...

Seguí pintando a Oliver. Estaba sentado en un sillón de cuero, sin camiseta y en pantalón Adidas. Su pelo estaba completamente despeinado. Yo simplemente estaba dibujándolo a lápiz para luego pintarlo. Oliver estornudó y perdió la posición como se encontraba.

-Oliver. ¿Es en serio? Si es así jamás voy a terminar.

-Un simple "salud" habría bastado.- susurró.

Vi como Oli tomaba un tubo de pintura color rojo.

-Sam...cariño. ¿Y si dejas esto para después?

-Oliver, bebé. ¿Por qué quieres que deje esto para luego? Bueno, eso sería tenerte otra vez posando para mi sin camiseta, tampoco es mala idea.- dije haciendo un gesto pensativo.

-Sabes que en cualquier momento que me quieras ver sin camiseta, solo pídemelo. Haré tus deseos realidad. Pero ahora quiero hacer una cosa mejor. Cierra los ojos por favor.

-Oli n...-me interrumpió.

-Ciérralos.

Sin confiar mucho cerré los ojos.
Luego de unos segundos siento que algo me cae en el rostro. Espeso.

-Más vale que eso no haya sido pintura.-dije amenazante mientras abría los ojos y buscaba a Oli con la mirada.

-Te quiero.- contestó con una sonrisa de inocente.

Me levanté y enseguida corrí hacia donde él. Oliver comenzó a correr huyendo de mí mientras gritaba.

-LO SIENTO, NOO. ¡ALEJATE! ME QUIEREN VIO...

Antes de que terminara de decir la oración, me lancé sobre de él, ocasionando que perdiera el equilibrio y ambos cayéramos al suelo. Yo sobre él.

-Idiota, bájate que pesas.

-No. Me las pagarás.

Abrí un pote pequeño de pintura azul y comencé a tirarle por todo el rostro. Mientras, él trataba de taparse con sus brazos.

-¡YA BASTA!

-No. Hasta que me respondas.

-¿Qué quieres que te diga?- el seguía tratando de que me saliera sobre el.

-¿Aceptas ser mi novio?

Oliver, al escuchar mi pregunta, se detuvo. Así que tiré el pote de pintura y pregunté de nuevo:

-¿Quieres ser mi novio?-repetí.

-SI, JODER.

Oliver enrolló sus brazos en mi cuello. Rápidamente tomé su rostro y lo besé. Nuestro primer beso como novios. Finalmente. Ansiaba este momento más que nada. Este idiota se había vuelto parte de mi en muy poco tiempo. Tomó mi corazón y escribió su nombre en él. Y es que, Oliver llegó a cambiar mi vida en un segundo. De un momento a otro él era parte de mi. De mi vida y mi alma.

-Dios... Sam te tardaste demasiado. Juro que me haces feliz. No me imagino con alguien más que no seas tú. Gracias. En serio te lo agradezco.- dijo al separarnos.

-No... gracias a ti. Cambiaste mi vida y jamás me cansaré de agradecértelo. Te quiero. Y aunque tu me lo haz dicho tantas veces, yo, te lo digo ahora. Desde el corazón. Te quiero novio.

-Yo más, mi novio hermoso.-dijo sorbiendo su nariz. Estaba llorando.

-Bebé, no llores.

-Ya, lo siento. Me puse sentimental. Ahora si podemos ir a comer.- sonreía mientras asentía rápidamente con su cabeza. Era tan jodidamente tierno.

Rei- Si, pero antes, ve a bañarte a tu depa, salimos en media hora.
Te espero.

Nuestra primera cita... como novios.

Mi vecino de arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora