-¿Qué haces?- mi pregunta fue muy tonta pero no se me ocurrió nada más, mi mente estaba completamente en blanco.
-Quiero la verdad –su comentario me sorprendió, no me esperaba para nada eso.
-No sé de qué hablas –trate de esquivar su pregunta.
-¿Qué paso?-
-Nada –
-Ailen –
Mi mente volvió a 1 mes y medio atrás cuando Daniel llego de madrugada a mi departamento; mis mejillas se sonrojaron al recordar su cuerpo presionado contra el mío, mi espalda apoyada contra la puerta de la habitación. Su voz hablándome al oído justo antes de que lo empujar y lo alejara de mí; desde ese día no podía mirarlo a los ojos sin recordar esa noche y ese beso.
-Ailen –su vos me saco de mi recuerdo, así me llamo esa noche cuando comenzó a darme pequeños mordiscos en el cuello.
-Daniel tenes que irte –me fui directo hacia la puerta ignorando el escalofrió que recorrió mi cuerpo al oírlo llamarme por mi segundo nombre.
-Gala (lo sentí detrás de mí pero no me quise voltear) podes decirme la verdad –
Me voltee para echarlo del departamento pero no nos separaba tanta distancia, nos miramos fijamente en completo silencio, mi respiración agitada era un sonido muy alto, su mirada se posó en mis labios. Mis hombros se tensaron involuntariamente.
-Daniel –proteste tratando de que mi cerebro volviera a funcionar.
-Fue el día que venía tomado –no era una pregunta.
-No, mira... -
-Te voy a contar un secreto (se acercó a mí y yo retrocedí) solo había tomado una cerveza –
Mis ojos se abrieron por la sorpresa y lo aleje, mis ojos se llenaron de lágrimas y abrí la puerta sin mirarlo, nuevamente trato de acercarse pero se lo impedí, apreté la mandíbula respirando hondo tratando de calmarme, no me iba a desmoronar, no delante de él.
-A tu departamento –mi voz sonó tan ruda que lo sorprendí.
-Déjame que te lo explico –
-No necesito explicación (trague saliva) te vas (comenzó a irse pero lo frene) y asegurarte de no volver –
Ni bien cerré la puerta, me apoye en ella dejando escapar un suspiro, las lágrimas comenzaron a caer y un sollozo se me quedo atrapado en garganta; todo era un juego, seguro se lo había contado a su hermano y los dos se estaban riendo a costa mía.
1 semana después...
Eran las 2 de la madrugada, escuche a Jesús gritándome y llamando a mi puerta.
-¿Daniel está bien? –apenas abrí la puerta y fue la primera pregunta que se me escapo.
-No –no hizo ademan de entrar solo se quedó en el sitio mirándome interrogante.
-¿Qué le paso? –inmediatamente un nudo se formó en mi estómago.
-Quiero saberlo –
-¿De qué hablas? –
-Lo que paso entre ustedes lo tiene a Dani más distraído de lo normal-
Sin previo aviso su mano estaba en mi nuca y sus labios sobre los míos, jadee sorprendida y el aprovecho para introducir su lengua. De un momento a otro ya no estaba, Daniel lo había alejado de mí, se posicionó enfrente de mí separándonos, su postura tensa me saco de mi estupor y le toque el hombro para distraerlo.
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El sueño del alma
RomantikGala estaba tratando de construir un mundo para ella sola, huir era lo único que sabia hacer; no le gustaba tener conexión con las personas, no le agradaban y era mejor imaginar algo. Lo que mas le apasionaba era escribir y escuchar música, aunque s...