Capítulo 6

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                            23:25
No me veía capaz, no era una opción viable para mí, pero era la opción que había tomado , había decidido malgastar toda una tarde pensando y reflexionando sobre la vida porque así soy yo, he pensado en cómo fue mi pasado y en todas las cosas que me gustaría haber cambiado , he pensado en mi futuro y en los cambios y decisiones que tendría que tomar,  pero sobretodo he pensado en el peligro del presente y en el culpable que me ha hecho darme cuenta de como está yendo mi vida ahora. Son las once y veintiocho minutos de la noche y solo había hecho cuatro ejercicios de historia y es que no podía más , mi mente me pedía que parara y me diese un tiempo para que reorganizara mi desastrosa pero ordenada vida. Mamá me ha traído la cena a mi cuarto y cuando la oigo abrir la puerta escondo bajo los apuntes de lengua la lista de 50 cosas que hacer antes de morir que he creado para que no se diese cuenta de que en vez de estudiar para inglés, estaba liberándome y pensando como seria hacer un ínter raíl con mis mejores amigas cuando seamos un poco más mayores y a su vez un poco más alocadas.
—Ya es suficiente , ya has hecho mucho por hoy. Deberías tomarte la cena , que te he hecho tu plato favorito.
Sólo el olor de los huevos con patatas fritas me ha bajado al mundo de golpe y me ha abierto el apetito que hasta ahora tenía cerrado con llave.
—Muchas gracias mami , por fin he terminado. Jo , es que la de sociales nos manda una cantidad de ejercicios...
—Lo sé , pero mira el lado bueno , la profe estará muy contenta contigo.
—Mira, yo creo que esa señora no está contenta con nada , si la pones un jamón delante suya no te daría ni las gracias. Esa señora está amargada. De por vida.
—Ja ja ja. Bueno , deja de quejarte y cena ya que yo me voy a la cama.
—Vaaaale mami.
—¡Ah! Y luego baja el plato a la cocina.
—Vaaaele mami.
—Y no tardes mucho , que mañana tienes instituto.
—Vaaaale mami.
—Te quiero. Buenas noches cariño.
—Yo también te quiero mamá
                             00:04
Una vez acabada la cena me dispongo a bajar las escaleras con muuuuuucho cuidado y sin hacer ningúúúúún ruido (cosa que va a ser complicada) pero lo logro sin hacer mucho esfuerzo. Dejo el plato sobre la encimara de mármol y vuelvo a mi habitación con la idea de acostarme y cuando ya logro meterme bajo las sábanas mi mente empieza a recibir miles de pensamientos otra vez , pero ahora no son buenos.

Una patética historia de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora