Primera Parte: Capitulo 1 El comienzo es duro

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En el principio solo existían tres seres en la inmensidad del espacio y la eternidad del tiempo. Tres sombras inmortales, una era la sombra del bien: buena, cálida, bondadosa y compasiva. Otra era la sombra del mal: malvada, oscura, fría, despiadada y rencorosa; la tercera era la sombra del equilibrio. Los primeros años de vida desde la creación no se toleraban pero luego de algunos siglos se empezaban a llevar bien.
A estos seres se les estaba haciendo cada vez más insoportable esa banal existencia que además de solitaria y vacía vivian en un espacio que estaba en constante expansión y un tiempo que nunca dejaba de envejecer. Cansadas de su soledad y esa constante y molesta sensación de la ausencia de un "significado" o "razón de existir" decidieron crear algo que les saque esa sensación.
La sombra del mal creo a Kan el dios del infierno, la sombra del bien creo a Kio el dios del cielo; mientras que la sombra del equilibrio se encargó de crear una dimensión separada de la suya para que estos dioses no conozcan a sus creadores.
Luego de un tiempo más tarde estos dioses también se cansaron de su inmortalidad y repitieron inconscientemente la decisión de sus creadores: hicieron otra dimensión pero esta vez cometieron un gran error que desataría una guerra que sería imposible de frenar más tarde en esta historia: crearon a cuatro seres pero de vidas fugaces, no más de cien años de vida pero con la capacidad de reproducirse; crearon dos hombres y dos mujeres.
Reygan (hijo de Kio) y Ran (hijo de Kan). A cada uno se les dio una mujer: Seiriu hizo pareja con Reigan y Shira con Ran, los primeros especímenes de raza humana en poblar a la dimensión llamada mundo real. Los dioses estaban en una dimensión llamada: mundo de dioses, las sombras estaban en una dimensión desconocida.
El tiempo seguía pasando y el mundo real se poblaba de a poco, planeta por planeta, galaxia a galaxia.
Pero algo pasó, algo que daría pie a esa guerra; Ran no era un ser humano tal y como Reygan, el era humano solo en parte física pero tenía una mente retorcida y un espíritu de bestia; los hijos de Ran eran toda clase de monstruos, bestias y abominaciones que se mezclaban entre sí creaban toda clase de razas, algunas se mezclaban con los humanos y eso se debía a que Kan le dió la capacidad de utilizar el cien por ciento de su capacidad cerebral a diferencia de Reigan y las dos mujeres que solo podían usar hasta el diez.
A medida de que aumentaban los seres y las cantidades de razas, aumentaban las guerras entre ellas y por eso los dioses decidieron crear otra dimensión, donde descansarían las almas de los caídos en esas guerras, pero además las sombras quisieron jugar más fuerte y en un planeta de la galaxia Víalactea llamado Tierra crearon un portal para que puedan pasar de dimensión en dimensión; para dicho portal crearon dos llaves: una era de Ran y la otra era de Reygan.
El portal quedó abierto y las llaves perdidas, la raza más conflictiva que estaba en guerra frecuentemente eran los humanos, entre sí y contra las demás razas.
Los humanos eran civilizados e inteligentes, pero ambiciosos y egoístas; en cambio las bestias, monstruos y demás razas eran brutas torpes y salvajes, pero leales, humildes y puras de espíritu.
Los humanos fueron exterminando a las demás razas, pero no pudieron con todas; se adueñaron del contiene sur apenas se enteraron que ahí estaba el portal, habían cuatro continentes en total, ubicados en cada punto cardinal al rededor de todo el planeta.

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