Vantú.

Capítulo 13 - Desconcierto.

"No subestimes las consecuencias que vienen de la explosión de dos mundos ilícitos."

Vánely

La música empezó y comencé a bailar, tenía que hacer la rutina aunque eso no me gustara. Nos moviamos coordinadamente y los hombre comenzaban a sirvar y a gritar palabras como "Lindos pechos cariño", "Asi, nena, asi", "Esta noche serás mía"; las chicas por lo que me fije hacían caso sumiso y sólo sonreian sin dejar de bailar. Me sentía incómoda, todos los hombres de allí posicionaban sus ojos sobre mi y demás chicas, tenían miradas sombrías y misteriosas, no me agradaba para nada esto, quería que se terminara todo de un vez por todas e irme a casa.

La presentación había terminado y como Sara, la chica de confianza de Madan, se encargaba de organizar las cosas cuando se presentaban esos tipos de reuniones y más con el jefe tomo control del mando. Una vez todas detras del telón, la mayoría de las chicas comenzaban a corretear.

-Sara- ¡Ok chicas, es hora de trabajar! [Todas pararon y se pusieron atentas] ¡Las nudistas, salen a escenario en 8 minutos! Necesito a 12 chicas de servicio V.I.P y 6 camareras. En cuanto a las chicas especiales [Dijo mirándome] Deberán cambiarse y hacer compañía a los empresarios que están en el Área 1; la subasta empezara a las 11. ¡Espero y todo vaya bien hoy, suerte!

Me quedé desconcertada sin saber que hacer o ponerme al respecto, fui y me senté en la silla de la mesa de maquillaje. No quería ir, no quería que nadie me tocara, no quería que nadie se le ocurriera pedirme sexo, no lo haría y eso implicaría castigo, tengo que buscar la forma de salir rápido de aquí.

Lily, una de las chicas, al notar mi desanimo se asomo hacia mi y por un minuto se quedó viendo mi rostro.

-¿Porque triste?

-No quiero salir y hacer cosas que no son correctas...

-Ah, entiendo... Te diré una cosa. Cuando empiezas a pintar un cuadro, coges el pincel, primero lo sumerges en pintura oscura y empiezas a dar fondo para resaltar líneas trazadas que te llevaran a formar figuras, más allá de lo creado optas por tomar colores que darán la personalidad a tú diseño, cuando llegas al final, cuando finalmente ya vas terminando, nunca, pero nunca debes olvidar los colores claros, estos dan contrastes, iluminan y dan vida a lo que más adelante será una obra de arte valorada en millones de dólares.

-Y... ¿Que quieres decir con esto?

-Puede que tú vida se torne oscura pero de ti depende trazar tús decisiones, formar tú camino,darle luz y claridad a lo que una vez resultó para ti un simple fondo. Eso mi querida niña, valdrá millones y millones de dólares.

-[Se tornó en mí una sonrisa]¿Acaso eras artista?

-Jaja, si. Bueno [Dijo levantandose] hay que trabajar, para tú suerte, soy una de las chicas especiales, te ayudare en lo que necesites y te diré que hacer. Tranquila, no es la gran cosa.

-Muchas gracias Lily...

-No hay de que, asi que vamos, hay que empezar...

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Lencer

-Madan Liz- Buenas noches, querido jefe.

Me quedé atonito, mientras Vánely bailaba no podía dejar de mirar su rostro y su cuerpo, definitivamente cambió, sus ojos reflejaban melancolía, no podía dejar de mirar eso.
Una vez que se marcho detrás del escenario, quedé pensativo, buscaba explicaciones en mi cabeza, soluciones, tenía que hacer algo.

-Madan Liz- ¿Jefe?

-Santos- Hey, señor. [Chisqueo los dedos].

Volví en si, entre en la realidad.

-Ah, si. ¿Que pasa?

-Flavio- Señor ¿Le sucede algo?

-No, no. [Noté que Liz estaba mirándome con cara confusa.]

-M. Liz- Bueno. ¿Como ha estado señor?

-Como siempre. [Respondi un tanto seco]

-M. Liz- ¡Me alegro tanto! Y...¿Que lo trae tan pronto por aquí?

-Sólo pasaba por la ciudad y decidí venir hoy.

-M.Liz- Ah, es un privilegio señor.

-Si, si déjate de tonterías. ¿Que tal todo por aquí? Vi chicas nuevas [se produjeron en mi ciertos nervios.]

-M.Liz- De hecho sólo es una chica nueva señor, luego de eso, todo anda bien por aquí.

-Y... ¿Quién es esa chica nueva?

En el rostro de la fémina se produjo cierto toque de confusión y levanto una ceja, pues, nunca eh preguntado por alguna chica en particular.

-M.Liz- No tengo los datos claros de la chica pero lo que tengo informado es que se llama Vánely Cambrish [Cambell estupida, Cambell], vive en Boston y la trajo uno de los inversionistas, Sergio; quiso que fuera de las especiales, ya sabe, esas que no ofrecen placer sexual; su nombre aquí es Marry, asi lo pidió Sergio.[Al menos hizo al bien al ponerla en categoria especial ese maldito].

-Bien.

Esta luego comenzó a hablar de los informes de la semana y distraje la mirada. Al hacer eso noté inmediatamente que ella se dirigía al Área 1 donde se recibían a los empresarios, iba vestida con un vestido ajustado extremadamente corto, mayas negras y tacones, tenía el pelo rizado y realmente corto. Era diferente.
Me quedé observandola, una de las chicas le susurro el oído y luego se alejo de ella, uno de los empresarios se acercó a ella y la sostuvo por la cintura, le decía cosas al oído y ella no se inmutaba por cualquier acción venidera de este. Decidieron ir a sentarse y este la llevaba aún de la cintura y en cierto momento bajo su mano y le tocó el trasero.
Aprete las manos, no me contenía, ese bastardo no tenía que ponerle ni un dedo encima. Lo que no entiendo es ¿Porque me importaba tanto el hecho de que al menos la tocaran? Yo no soy asi...

-M.Liz- ¿Que le parece? [Dijo sacandome de mis pensamientos].

-¿Eh? ¿Disculpa?

-M.Liz- ¿Que piensa sobre lo que le hable ?

-Ah, si, si. Muy bien, buen trabajo.

Flavio me miro extraño y que ni se diga de Santos. Tenía que irme de ahí, no soportaba la idea de verla asi, le iba a partir la cara a aquel tipo si duraba un minuto más.

- Bien, debo irme. Te informo que estaré viniendo más amenudo por acá, para que no te sorprendas.

-M.Liz- ¿Acaso notó algo mal aquí?

-No, sólo que quiero prestar más atención a mis negocios.

Mis hombres sabían que no era asi, para eso le podía pagar a personas que harían ese trabajo sin tener yo que mover ni un dedo.

-M.Liz- Entendido jefe.

-Bien, hasta pronto.

Me levanté y sigilosamente quería salir sin que Vánely me viera.
Al salir de allí, me dirigí al auto y descargue toda mi irá en la parte de atrás del auto, lo golpee como pude para desquitar mi rabia. Las manos me sangraban, al notar esto Santos me detuvo y me alejo de ahi.

-Santos- ¿señor que pasa? Díganos y matamos a quién sea por usted.

-Flavio- ¿A quién matamos señor? Díganos.

Me soltaron y pude calmarme. Con mi respiración agitada producto de mi irá logré decir:

-¿Recuerdan la chica que buscábamos? [Ambos asintieron] - Esa chica, la nueva, es ella, es Vánely...

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