No me dejare vencer.

Capítulo 10

Me despierto asustada y con un gran dolor de espalda. Mi celular esta sonando pero dejó que entre el buzón, me siento bastante desorientada y tomó mi cabeza con ambas manos.

Estiro mis músculos para recuperar la flexibilidad, y revisó la hora ¡2:35 am! Revisó los mensajes y tengo varios de mi mamá y Winter, hasta de Adam.

Me pongo de pié para irme a casa y prepararme para la gran rabieta de mis padres, aunque si alguien tiene la culpa es Adam.

Voy a mi auto, pero sin tomar el celular porque no quiero que el sueño que tuve se haga realidad. Giro a la derecha y estaciono mi auto, automáticamente la puerta de mi casa se abre y sale mi madre con lágrimas en los ojos, seguida de Winter y Adam.

—¿Pero qué...? — digo cuando mi madre llega a mi y me abraza.

—¿Dónde estabas? ¡Creí que te había pasado algo!—

—Estoy bien mamá, perdí la noción del tiempo — le digo

Winter lanza un enorme suspiro y entra a mi casa de nuevo, ignoro el hecho de que mi madre se acerca a Adam y le da unas palmaditas en el hombro.

—Me alegra de que estés bien— me dice

—Gracias— le respondo secamente y camino hacia mi casa.

—¡Summer!—

Levanto mi mirada y un pálido Ben aparece en el pórtico, que al verme corre en mi dirección y me abraza.

—Creí que te había pasado algo, creí...creí...— besa mi frente —Han sido las peores cinco horas de mi vida —

—Pero, ¿porque tanto escándalo? Les dije que quería pasar un tiempo a solas—

—Nunca dijiste que un tiempo eran cinco horas—

Sonrió con culpa y por fin llego al recibidor de mi casa, y para mi mala suerte Adam también.

—Señorita, ¿se puede saber donde estabas? — me dice mi padre

—Me quede dormida en un parque— digo encogiéndome de hombros

—¡Pudiste mandar un mensaje aunque sea de que estabas bien!- exclama mi madre

—Lo que importa es que estas en casa–  dice mi papá y me da un casto beso en la frente.

Miro a las personas que se preocuparon por mi con una enorme sonrisa, pero al llegar a Adam mi sonrisa cae. El no debe de estar aquí.

Dirijo mi mirada a Winter que tiene los ojos un poco rojos, como si hubiera llorado recientemente.

—¿Estas bien?— le pregunto preocupada.

—¿Tu estas bien?— dice en un susurro.

—Solo estoy un poco adolorida por que me quede dormida en un tronco, pero estoy perfectamente —

Lanza un grito y me abraza fuertemente —Creí que estabas en una zanja, sin órganos y....y... ¡no vuelvas a hacerme esto! —

Sonrío a mi pesar, ella me suelta y se limpia las lágrimas que caen por su cara.

—¿Mejor?—

— Algo, sí — sonríe —¿Te veo mañana entonces?—

—Mañana será — le digo con una sonrisa.

Ben se acerca y vuelve a abrazarme, besa mi cabello para después dejar salir un enorme suspiro.

—Lo siento — me dice —Tal vez todo esto fue mi culpa —