¿Aun ausente?

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Estaba ahí, completamente sola, solo tenía la compañía de una depresión absoluta que inundaba mi cabeza de horribles pensamientos, pero ya estaba acostumbrada a tal dolor.

Estaba mirando ese paisaje tan hermoso que tenía en frente de mis ojos, me gustaba ver como los pájaros revolotean en el atardecer.

-Me gusta disfrutar de este paisaje sola-Susurre para mí misma.

No me preocupaba por las demás personas, hoy en día solo te puedes encontrar con personas ignorantes, o eso es lo que pienso, esas personas no saben de lo que se pierden, disfrutar tan hermoso canto de las aves, prefieren estar todo el día con sus teléfonos, les debería dar vergüenza.

Todo estaba tranquilo, nada podría arruinar este momento, a menos que, me llamen por algo grave. A duras penas podía escuchar el motor de los autos en la carretera, y esas molestas bocinas que me causan dolor de cabeza. Todo estaba tranquilo, hasta que.....

-Hola, por fin te encuentro, ¿sabes a cuantas personas les he preguntado donde has estado todo este tiempo?

-No, y no me importa, ¿Qué quieres?

-Ayy no seas tan gruñona, te buscaba porque quería mostrarte algo

-¿Qué es?

-Por fin conseguí el "Mortal Kombat X"-dijo mientras sacaba el videojuego de su bolsa

-¡¿Qué?!, ¿en dónde lo conseguiste?

-tranquila, solo lo puedo tener algunos días, ya que me lo presto mi primo

-No importa el caso es que lo tienes.......por favor préstamelo

-Mmmm....no lo sé......está bien, pero que mi primo no se entere de esto ¿sí?

-Claro, muchas gracias.

Estaba corriendo a casa, por fin tenia uno de los juegos que quería. Iba tan rápido que me topaba con todo el mundo, pero no me importo solo quería llegar a casa lo más rápido posible.

Entre a casa lo más rápido posible, pero por desgracia estaba mi padre. "MALDICION", pensé, ya que mi padre me tiene prohibido tener videojuegos ya que siempre tengo que ser una niña educada.

-Papa-lo llamaba mientras escondía el videojuego detrás de mi espalda-pensé que llegabas mañana

-A pues, si llego mañana, porque ya me tengo que ir otra vez

-O ya veo, está bien, cuídate

Subí a mi cuarto rápidamente, no quería imaginar que me diría si se daba cuenta de que llevaba ese videojuego conmigo. Al entrar a mi cuarto vi que faltaba algo.

-¡¿Dónde está mi consola!?-escuche los pasos de mi papa

-Tranquila hija, la vendí pa...

-¡¿Qué?!

-no me alces la voz señorita, la vendí porque necesitábamos el dinero, además esas cosas no es digno de una dama-no soporte hacer mala cara.

-¿Por qué, porque me haces esto? Déjame ser como soy, maldita sea, no voy, y nunca seré la supuesta "dama" que tu pretendes que sea, entiendes, déjame vivir mi vida, ya voy a cumplir quince no puedes seguir tomando decisiones por mí, estoy ¡harta! De que me prohíbas todo, no puedo hacer nada que a mí me guste

-Algún día comprenderás que lo que hago es por tu bien-lo mire con odio, no iba a permitir que me prohibiera ser feliz- mi niña

-¡NO!, yo no soy tu niña, y tienes que comprender que ya soy una mujer, y tengo derecho a tomar mis propias decisiones, y si te vas a ir, adelante, no te quiero ver

Tú y solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora