❀『O4; Invitación』❀

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—Y entonces dijeron que podíamos irnos, porque nadie estaba cómoda con la idea de que habían chicos espiándonos —relató Christa, a la par que jugaba con las puntas de su cabello, enrollándolas y desenrollándolas.

—¿Por eso llegaste temprano? —ella asintió—. Que bueno que sólo estaban espiando, y no llegar a más.

En el rostro de la menor, se pudo apreciar una mueca de horror al imaginarse a qué se refería su amiga con "llegar a más".

—¡No digas eso, Ymir! Sólo fueron unos chicos que quisieron molestarnos mientras ensayábamos —infló sus mejillas, lo que ocasionó que una formal risa saliera de los labios de la morena.

—Me dices que uno de ellos era Reiner Braun, ¿no? —la rubita asintió—. Bueno, ese chico se ve que no tiene buenas intenciones con la gente.

—Pero parece buena persona...

Ymir abrió muy levemente los ojos y se acercó a la rubia, intimidándola un poco.

—¿Acaso te gusta Braun?

La rubia se sobresaltó y de inmediato se sonrojó.

—¡P-Pero claro que no! Es sólo que... no lo conozco y no puedo juzgarlo si es que no lo conozco —se justificó la rubia a la par que acomodaba el lazo rosado que traía en su coleta.

La morena acomodó su casaca de cuero y pasó un brazo alrededor de los hombros de la rubia.

—Eres tan linda, Christa. Deberíamos casarnos después de esto ¿No crees?

Christa rió dulcemente y se apegó a la chica cerrando los ojos dejando un gran sentimiento de satisfacción en Ymir.

—Cuando quieras, debes de invitarme a cenar antes —siguió la "broma" de su amiga.

¿Pero quién estaba bromeando? Ymir le sonrió y besó sonoramente la mejilla de la más baja, haciendo que riera y se alejase de ella por un empujón.

—Te invitaré a cenar a un restaurante de París —dio una reverencia la morena y le extendió su mano hacia la rubia—. ¿Qué te parece esa cena?

Christa sonrió y asintió dando una reverencia tomando los costados de su falda. Tomó la mano de su amiga meneando su cabeza.

—Considérelo un hecho —susurró guiñándole un ojo juguetona, haciendo que Ymir riera también.

Así eran ellas dos, cada vez que gente las veía juntas mejor ni se acercaban, puesto que cada persona que se acerque a Christa, es un inminente peligro para Ymir.

—¿Tienes ganas de ir a comer antes de volver a las clases? —un asentimiento por parte de Christa hizo que se encaminaran al lugar mencionado—. Yo invito.

—Tú siempre invitas.

—Eso es cierto.

Ambas llegaron a la cafetería y Christa agarró un delicioso pastel de chocolate.

—¿En serio vas a comer eso?

—Sí, me gusta mucho el pas...

—Vas a engordar.

—¡Oh por Dios, Ymir! ¿¡Por qué eres tan cruel!? —chilló la rubia haciendo un puchero.

La morena rió y se encaminó a una de las mesas de la cafetería con un café en mano.

—¿Ya te han invitado al baile de bienvenida? —preguntó la rubia comiendo de su pastel.

—Sí, un chico... pero lo rechacé —Christa abrió mucho los ojos y lamió la cuchara que tenía chocolate.

—¿Y eso por qué?

—Yo quiero ir con otra persona —contestó viendola fijamente.

Christa sonrió de manera pícara y se le acercó lentamente haciendo que las mejillas de Ymir se prendieran a tope.

—Y~ ¿Quién es el afortunado?

Ymir de inmediato infló las mejillas y miró a otro lado con una expresión seria.

—No te diré.

—¿¡Ah!? ¿¡Y eso por qué!?

—Porque no —se burló sacandole la lengua.

—¡Vamos! Somos amigas, ¿o no? —palmeó la mesa en la que recientemente se sentaron.

—Lo somos, pero es un secreto —miró a otro lado—. ¿Tú quieres ir con alguien en especial?

Por la mente de la chica pasó aquel serio chico con el que apenas había intercambiado palabras y se sonrojó un poco.

—P-Pues... no —mintió—. Nadie... —vió a la chica—. ¡Pero tú responde!

Ymir dudó algunos segundos y ser honesta con la chica, ¿cómo se lo tomaría? ¿mal o bien? ¿se alejará? ¿ahora la repudiará? no podría, ella es muy dulce.

—Uhm... ¿Berth...? —cerró un ojo esperando la reacción de la chica y la propia, ¿acaso había dicho "Berth"?

—¿¡En serio?! ¡Pero pareces indiferente ante él!

—Soy indiferente con todos, excepto contigo —apretó las mejillas de la chica y suspiró, ¿por qué mintió?

La rubia sonrió ampliamente ¿Quién iba a decir que a la morena le gustaba alguien? Siempre creyó que era una chica muy reservada y que no le parecía necesario que alguien le gustara.

—¡Tienes que pedirle para el baile!

—¿¡Ah!? ¿¡Y por qué yo!?

—Es muy tímido y lo sabemos —rió un poco—. Seguro te encantó porque juega basket ¿No es así?

—¿Podemos cambiar de tema? —sugirió—. Preferiría hablar de... lo delicioso que se ve tu pastel.

La rubia sonrió y sin dudarlo metió un trozo en la boca de su acompañante, sonriendo dulcemente viendo a la chica. Esos gestos de Christa era lo que le encantaba y por eso disfrutaba cada instante que pasaba con ella.

 Esos gestos de Christa era lo que le encantaba y por eso disfrutaba cada instante que pasaba con ella

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war of hearts. ❥『snk pairings』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora