No puedo dormir. No puedo dejar de pensar en el contraste tan extremo de las actitudes de Christopher hacia mi.
Un segundo era fuego puro, besándome si su vida dependiera de ello, y al otro era hielo puro, rechazandome. Me obligó a cerrar los ojos con fuerza e intento ahuyentar los oscuros pensamiento que me asaltan. Cierro mis ojos con fuerza y me hago un ovillo sobre lo tendido de las sábanas.
Inhaló profundamente y me doy cuenta de que el aroma de Christopher aún sigue impregnado en la sábanas.
Quiero gritar de frustración y al mismo tiempo me acurrucó en el espacio que el a ocupado la noche anterior. Un suave golpe en la puerta me hace incorporarme de golpe. Mi corazón golpea dentro de mi pecho; haciéndome doler mis costillas y se que es Christopher.
No hay nadie en la caballa más que el. Me quedo quieta, pensando si estoy lista para verlo y enfrentarlo.
Christopher:Dulce, ¿Puedo pasar?-pregunta su voz torturada. Yo abro la boca para responder, pero no sé qué decir. No sé si quiero que entre. Escucho el crujir de la madera cuando el abre un poco la puerta. Yo me tiró entre las sábanas y me hago un ovillo, cerrando los ojos. Quizás si cree que estoy dormida, se vaya. Tomo una inspiración profunda y cierro los ojos, intentando calmar el latido frenético de mi corazón. Escucho los pasos pesados de Christopher acercándose a mi, lentamente. Los pasos se detienen realmente cerca y por un segundo contengo el aliento. Siento como una de sus manos aparta las sábanas de mi y aparta el cabello de mi rostro, descubriéndolo ante el. Intento respirar profundamente y siento una mano acariciando mi mejilla con suavidad. Su pulgar dibuja con caricias suaves mi labio inferior.
Christopher: Pequeña idiotas. Me vuelve loco, ¿sabías?-susurra dulcemente-estoy loco por ti y tu ni siquiera puedes darte cuenta de eso. Me habría encantado conocerte en otro lugar, en otro momento y en otra vida.Yo trago saliva duramente y me obligó a quedarme quieta. Su aroma comienza a abrumarlo todo y, de pronto, siento sus labios rozando los míos suavemente, mis labios responder a sus caricias rozando devuelta los suyos. Abro los ojos y noto la mirada de Christopher, pesada, sobre mi. Sus ojos se han oscurecido varios tonos y apenas puedo distinguir la silueta de su cuerpo, recostado a mi lado.
Christopher:Lo lamento-dice con la voz enriquecida-no eres un psastiempo. No busco lo mismo que Poncho busco en ti. Sí pudiera...- una inspiración entrecortada lo asalta pero se obliga a terminar-si pudiera ofrecerte más de lo que puedo darte en este momento, lo haría. Te lo daría todo. Pero no puedo. No sin arriesgar tu vida y la mía. No sin ponerte en peligro; y lo único que quiero es protegerte, Dulce. ¿Entiendes eso?.Yo trago saliva, intentando deshacer el nudo que se está formando en mi garganta.
Dulce:¿Que es lo que puedes darme, Christopher?-pregunto, porque quiero saberlo.
Christopher:Todo lo que soy. En cuerpo y alma. No puedo ofrecerte una historia amor eterno. No puedo ofrecerte un para siempre;ni siquiera sé si puedo ofrecerte un mañana-dice, y por alguna extraña razón, eso es suficiente para mi-sin embargo, puedo ofrecerte lo que siento. Aunque no se que sea, solo se que es la más intenso que he sentido en mi vida. Puedo ofrecerte unos brazos donde refugiarte, unos labios donde puedas olvidar todo lo que te lastime, unos oídos que podrán escucharte en todo momento, un par de ojos que podrán admirarte a todas horas, y una boca que se encargará de recordarte a diario lo hermosa que eres. Se que no es mucho pero...
Dulce:Es suficiente para mi-digo, acercando mi rostro al suyo, plantando mis labios sobre los suyos. El recibe mi caricia de buena gana y cuando nos separamos un segundo, susurro-No necesito mas. No te pido otra cosa. Solo quiero estar contigo, y que estés conmigo, también.Sus manos acarician mis brazos suavemente.
Christopher:Si me quieres me tienes-dice, mirándome con intensidad.
Dulce:Entonces eres mío-susurro, y me asusta la intensidad de mis palabras.
Christopher:Y tú eres mía-gruñe, y sus labios encuentran los míos con fiereza.
Siento sus manos ahuecando mis mejillas mientras su boca demora la mía con urgencia. Yo correspondo a su beso con avidez, mientras los pensamientos sensatos se drenan de mi mente. Lo único que puedo sentir son sus labios sobre los míos, su lengua invadiendo mi boca, sus manos en mis mejillas, su aroma inundaba todo, el calor de su cuerpo cerca del mío, su aliento sabor menta mezclándose con el mío...
Christopher:Eres hermosa-susurra contra mis labios, y siento como todo dentro de mi se agita violentamente
Dulce:Y soy tuya-susurro de vuelta y sus labios vuelven a encontrar los míos con fiereza que no le reconozco...Un lenguatazo húmedo justo en la mejilla me hace despertar. Me revuelvo incómoda, alejando a Diablo con ambas manos y me acurrucó cerca del bulto que está a mi lado. Un brazo se envuelve en mi cintura y una sonrisa se desliza por mis labios por qué se de quién se trata. Me revuelvo en el brazo apretado y quedó de frente a Christopher, quien me mira con ojos adormilados. No sé en qué momento me he quedado dormida, pero hemos pasado la noche entera besándonos, abrazándonos y charlando. Christopher es un chavo muy inteligente, cariñoso, audaz y con mucho sentido del humor.
Christopher:¿Sabes lo agradable que es despertar contigo?-dice con la voz enriquecida- y yo le sonrió.
Dulce:¿Sabes lo agradable que es dormir entre tus brazos?-digo besando su nariz. Una sonrisa torcida se desliza en su suaves labios y besa mi frente.
Christopher:Me encantas-dice y me estrecha más cerca. Yo beso sus labios suavemente y estoy apunto de decirle que es el ser más curso del planeta cuando escuchamos un gruñido profundo y ronco. Christopher levanta la cabeza en dirrección al perro y se tensa por completo. Yo miro a su dirrección y veo como Diablo le gruñe a la puerta-Alfonso-masculla Christopher, poniéndose de pie.
Dulce:¿A Alfonso?-tartamudeo, confundida. Christopher me regala una mirada dudosa y luego dice:
Christopher:Poncho..., Su nombre es Alfonso.
Dulce:¿E-Esta aquí?-pregunto, sintiendo el hielo corriendo por mis venas.
Christopher:Eso creo-masculla y me mira por su hombro-Ahora vuelvo-diciendo eso, Christopher sale de la habitación, dejándome con un alterado Diablo y el corazón latiendo frenéticamente por el miedo.