No he visto. A Christopher en todo el día.
Después de cenar nos acorrucarmos el uno junto al otro y nos quedamos dormidos. Cuando desperté, Ucker se había ido, dejándome sola, acurrucada contra un montón de cobijas. Es pasada la tarde y no tengo idea de dónde se encuentre. Rebusque en la habitación las viejas sogas con las que me tenía atada e improviso un nudo en mis manos, atientas, después de vendar mis ojos con un trapo oscuro.
Christian ha entrado a traerme algo de comer en la mañana y he escuchado a Poncho maldecir varias veces a Diablo, quien se encuentra al pie de la puerta, gruñendo cada que se acerca. Es un alivio para mi, descubrir el miedo que le tiene al perro. Es un alivio que ni siquiera se acerque a la puerta. Mi estómago ruge de hambre, me ir al baño y siento la necesidad imperiosa de ver a Christopher.
Tan ridículo como suena, lo extraño. Quiero verlo. La puerta se abre con un crujido y me tenso de inmediato.
Christopher:¿Quien te ha atado?-su voz ronca hace que todo mi cuerpo se relaje en respuesta. Escucho sus pasos acercándose a mi, rápidamente. Sus manos desatan el nudo de mis ojos y puedo notar la intención irradia todo su cuerpo. Sus manos trabajan furiosamente en los nudos de mis muñecas y, cuando su mirada encuentra la mía, mi respiración se atasca dentro de mi pecho-¿Quien se a atrevido a ponerte un jodido dedo encima, Dulce?-su voz es temblorosa y lo único que puedo ver en sus ojos es coraje, ira y frustración.
Dulce:He sido yo-digo con un hilo de voz-. Me he atado. Iba ser extraño di Christian o Poncho me encontraban desatada.- el ceño de Christopher esta fruncido profundamente, su mandíbula está tan apretada que, por un momento, parece que va a destrozarsela.
Christopher:No me mientas-sisea, furioso.
Dulce:No te estoy mintiendo, Christopher. Lo juro-mis manos buscan desesperadamente su rostro y comienzo acaricia sus mejillas, intentando borrar aquella horrible expresión que mantiene. Noto como su expresión se suaviza un poco, pero no deja de ser tensa y preocupada.-¿Que ha pasado?, me desperté y no estabas-pregunto suavemente. Christopher comienza a negar con la cabeza mientras baja la mirada hacia sus manos.
Christopher:Mi madre tuvo un accidente-mi corazon se encoge dentro de mi pecho y lo obligó a levantar el rostro para que me mire.
Dulce:¿Está bien?, ¿Ha sido grave?-pregunto con clara preocupación. Christopher niega con la cabeza.
Christopher:Solo fue una contusión, pero me he asustado hasta la mierda-responde y sus ojos se cierran fuertemente. Yo acarició sus mejillas con suavidad y depósito un suave beso en sus labios.
Dulce:Ya está bien, Christopher. No te preocupes. Ella está bien. Todo está bien-consuelo en voz baja. Y sus manos se aferran a mi cintura, acercándome a el.
Christopher:Han pedido el rescate-dice con la voz enroquecida por la rabia-. Han pedido tu rescate-mi corazón se asalta un latido mientras un nudo comienza a formarse en mi garganta.
Dulce:¿C- Cuánto...?-pregunto con la voz temblorosa por las emociones que me abruman.
Christopher:Diez millones-mis ojos se abren como plato y miro a Christopher.El me mira con culpabilidad y baja la vista. Aprieto mis ojos con mucha fuerza, mientras intento poner en orden mis pensamientos. Tras casi tres semanas encerrada, al fin han pedido mi rescate. No puedo evitar sentirme extraña. Eufórica y al mismo tiempo, asustada. Diez millones es mucho dinero.
Christopher:Está jodidamente asustado cuando Poncho me dijo que lo único que quería era subir para ver si te encontrabas bien. Sí Christian hubiera entrado aquí, ten por seguro que te hubiera asustado hasta la mierda y te hubiera obligado a hablar con tus padres en pleno estado de pánico.
Dulce:Pero no han entrado. Y yo estoy bien-digo, pero trato de convencerme a mi misma más que a él. Los ojos torturados de Christopher encuentran los míos y veo dolor puro pintado en sus facciones.
Christopher:No. No estás bien. Nada aquí está bien. Tu tendrías que estar haciendo tu vida. Bailando, yendo a la escuela, saliendo con tus amigas... Nada aquí está bien-escucho el odio pintando su voz y me siento aterrada.
Dulce:Estás tú. Y tú me haces sentir bien. Eres mi ancla. No te dejes caer; no me dejes aquí, luchando sola. Se mi ancla.- pido, ansiosamente. Su mirada se posa sobre la mía y por un momento veo terror pintado en su rostro.
Christopher:No quiero que nada te haga daño. M-Me enferma la idea de que alguien pueda-mis dedos se posan en sus labios, callando sus palabras y sus más horribles miedos.
Dulce:No lo permitiré-se que el no puede protegerme del todo. Se que estoy pidiéndole más de lo que puede darme, pero parece que es lo que quiere escuchar. Sus labios chocan los míos con fiereza que me dejan sin aliento. Su lengua se apodera de mi boca sin pedir permiso, reclamando, poseyendo, devorando...
Dulce:No voy a permitir que nadie te haga daño, Dulce. Nunca-promete contra mis labios y entonces, vuelve a besarme con urgencia y desesperación... Siento los labios de Christopher esparciendo besos húmedos sobre mi mandíbula, poniendo mi carne completamente de gallina.Mis labios se entreabren al sentir sus labios succionando la piel expuesta y ardiente de mi cuello. Mis manos se aferran a su cintura y siento como una de sus manos descubre la piel de mi hombro antes de depositar besos húmedos en el. Un violento estremecimiento recorre el cuerpo antes de que sus labios vuelvan al los míos besándome con renovadas energías. Mis manos viajan por su pecho firme y musculoso y me permito sentir la ondulación de su abdomen debido a su arduo entrenamiento físico. Sus manos se aferran a mis caderas, atrayendome cerca, sentándose a horcadas sobre mis piernas. Sus dedos se deslizan sobre el tejido delgado de la blusa que llevo puesta y jadeo contra su boca al sentir sus dedos callosos y grandes sobre la piel caliente de mi espalda baja. Mi corazón late a una velocidad impresionante dentro de mi pecho, y mi respiración es agitada y entrecortada.
Christopher:Dulce-susurra contra mis labios mientras sus manos se deslizan de arriba abajo por mi piel caliente. Sus labios bajan de nuevo por mi cuello hasta que sus dientes rozan suavemente la piel que se adhiere a mis clavículas.
Dulce:C-Christopher-mascullo. Toda esta pasando muy rápido. Sus labios abandonan sus caricias urgentes y sus ojos encuentran los mios. Su respiración es agitada, pero noto como hace uso de su autocontrol. Su frente se pega a la mía mientras nuestras respiración se estabilizan.Christopher:L-Lo siento-masculla en voz baja. Yo niego con la cabeza.
Dulce:Y-Yo no lo siento-tartamudeo, con la voz entrecortada. Sus ojos se abren lentamente y sus labios rozan los míos. Sus manos siguen acariciando la piel de mi espada con suavidad y se detienen justo en el broche de mi sujetador.
Christopher:¿Puedo?-pregunta con la voz enroquecida. Yo inhalo aire, lentamente, y asiento. Una de sus manos, expertamente, deshace el broche y jadeo al sentir sus manos recorriendo mi espalda con libertad- Dejame verte a los ojos-susurra, besando mis párpados. No me había dado cuenta de que los tenía cerrados por completo hasta que el me pide que los abra.Mis párpados se abren pesadamente y mis ojos encuentran los suyos. Las manos de Christopher no dejan de acariciar mi espalda. Siempre con cautela, siempre con dulzura, sin dejar de mirarme a los ojos. Sus labios buscan los mios en un beso dulce y , de pronto, toda intensidad anterior se a transformado en esto: una mezcla extraña de dulzura y cuidado.
Christopher:Eres hermosa-masculla contra mis labios.
Dulce:Y tú eres perfecto-respondo, correspondiendo su beso.
Christopher:Me gustas tanto-dice y sus manos se deslizan fuera de la blusa, dejándome una extraña sensación de desazón. Sus manos se posan en mis mejillas.-Ire a buscarte algo de comer. Debes estar muerta de hambre-dice con aire culpable.
Dulce:En realidad necesito ir al baño-sonrió débilmente. Una sonrisa tímida se desliza por sus labios y besa mi frente.
Christopher:Ven aquí vamos-me ayuda a ponerme de pie y salimos juntos de la habitación. El me encamina al baño y espera, pacientemente. Cuando salgo, me acompaña de vuelta a la habitación y promete volver pronto con comida. Al cabo de un rato, Christopher entra a la habitación con un par de bolsas de papel entre sus dedos.
Christopher:Traigo hamburguesa -dice sentándose a mi lado, sacando el contenido de las bolsas a una velocidad impresionante-tambien nachos, papas francesa, jugo de arándanos y refrescos.-una sonrisa boba se desliza por mis labios y beso su mejilla cuando me entrega mi hamburguesa.
Dulce:Tengo un novio perfecto-canturreo después de darle un gran mordisco a mi hamburguesa y Christopher se ríe.
Christopher:Yo tengo una novia preciosa, que además baila como una diosa y besa como los mismísimos angeles-dice, bebiendo un trago de su botella.
Dulce:¿Ah sí?-inquiero, acercándome a el lentamente.
Christopher:Si-asiente, enredando su brazo en mi cintura.
Dulce:¿Es más bonita que yo?-pregunto inocentemente.
Christopher:Tu eres bonita claro, pero ella es perfecta-dice, encogiéndose de hombros. Yo golpeó su hombro con fingida indignación y Christopher se hecha a reír, besando mis labios mientras forcejeamos.
Dulce:¡Quédate con tu novia perfecta!-espeto juguetonamente.
Christopher:¡Cállate!, ¡Que boba eres!, ¡Tu eres mi novia perfecta y lo sabes!-una risa boba brota de mi pecho y acarició su mejilla cariñosamente.
Dulce:¿De verdad?-pregunto.
Christopher: ¿Acaso crees que seria capaz de estar con dos mujeres al mismo tiempo?-dice, con fingido horror.Una sonrisa se baila en mis labios y beso los suyos cálidamente. No puedo evitar sentir el creciente vértigo dentro de mi estómago y me repito una y mil veces: "No estás enamorada, no estás enamorada y no te vas a enamorar"
Bueno aquí está el capítulo perdón por la demora.
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Las quiero besos 😘😘😘
Que tengas felices fiestas
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