El cielo es testigo

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—En serio, ¿cómo puedes ser tan idiota?

—Cállate, no fue mi culpa.

—Eso crees tú.

Kuro remojó un trapito y volvió a dejarlo sobre la frente de Shirota, quien se quejaba del irritante mareo.

Una hora atrás, cuando estaban saliendo de la mansión, Mahiru llamó a su compañero para resolver las cosas de una vez por todas, pero aparentemente su querido profesor si le colocó algo a su paleta, causando que se desmayara sin siquiera poder decir "tenemos que hablar."

Por ello estaba tratando de deshacer los efectos secundarios de su fatídico error, comenzando por calmar el calor que sentía o su mareo. Algo demasiado anormal a su parecer y definitivamente ajustará cuentas con su profesor en la mañana.

—Nuestro profesor está loco, sabiendo que la semana pasada usó a Ángel-chan para probar su nueva técnica de amor que resultó en algo...incómodo, ¿te atreves a probar algo hecho por él?

Mahiru rebobinó sus memorias hasta esa clase, en la que Faustus agregó un insentivo sexual a la bebida que le dio a Licht, y el chico salió corriendo a casa para arreglar aquel problema. Esperaba que la paleta no tuviera nada que ver con dicho ingrediente.

—Tienes un punto. Pero era una paleta, no pude resistirlo. Habrías hecho lo mismo si se trataba de un paquete de papas.

Kuro se lo pensó unos segundos, y suspiró sabiendo que era cierto.

—Nuestra clase es rara.

—Mira quién habla, chico gato. — El peli-celeste se sorprendió por el apodo, pero debía admitir que daba risa.

—Como digas, ama de casa.

Shirota infló los mofletes de forma tierna e infantil, cosa que a Kuro le encantaba. Hacer enfadar a su amigo era todo un espectáculo.

Tal vez Mahiru debería evitar el tema de su propuesta, después de todo, muy posiblemente se trataba de una broma. Además, él no sentía nada por Kuro, ambos eran hombres, no se conocían mucho o las historias y secretos del otro, era algo imposible pero le dolería romper el corazón de ese tierno chico con complejo de gato. 

Pero aunque pensara aquello, sus palabras no fueron precisamente lo que quería decir, en realidad, era como si alguien hablara por él descubriendo lo que sentía en verdad.

—Respecto a tu propuesta... ¿me permites pensarlo un día más? — sorprendido de si mismo, y del rostro de Kuro, decidió levantarse y dejar al muchacho en su cabaña para ir a tomar un poco de aire en esa madrugada. 

Tal vez sí debía pensarlo.

***

—De seguro que no es de verdad, llevan conociéndose menos de un mes, ¿en serio le crees?

—Kuro no es del tipo de persona que mentiría en algo, así que si le creo. 

—¡¿Estás de broma tú?!

Mahiru necesitaba hablar de lo sucedido con Ash a alguien, y eligió a su amigo y compañero, Sakuya. Llevaban una buena relación y Shirota pensó que lo más simple era contarle. Estuvo buscando su cabaña un largo rato, y despertarlo a tan temprana hora posiblemente le enfadó un poco.

Se quedó helado al momento en que el chico de extraño cabello le reprendía por caer tan bajo, sabiendo perfectamente que cuando dos personas se enamoran en tan corto tiempo, no es real.

Y lo entendía, al menos para su castaña cabeza de pensamientos simples estaba la idea de conocer a alguien antes de declarar amor puro, no conocía del todo a Kuro, así que afirmar un sentimiento de atracción ahora era un poco confuso.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2018 ⏰

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