Una situación inesperada

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Capítulo 2

Han pasado ya tres semanas desde que me siento la mujer más dichosa de todo el planeta, tengo al chico más guapo e inteligente de la carrera de medicina a mis pies (o al menos eso creía yo), un día mientras iba caminando hasta el salón de clases a punto de entrar se me había caído uno de mis brillos, puedo escuchar algunos chismes -¿¡Has visto!?, la chica nueva se ha comido todo el cuento de que mi André muere por ella, pobre ingenua, él es solamente mío. 

Puedo notar como mi ánimo ha caído y ahora esta bajo la tierra; sin embargo decido poner mi mejor sonrisa al entrar al salón, André corre hacia mí y me intenta dar un beso, lo único que puedo pensar -¡Que descaro el de este tipo!. Preocupado por mí me pregunta -¿Estás bien? Yo solo asiento. 

De repente siento que me han tirado algo son papelitos con mensajes como "niña tonta", "inocente", entre muchos otros yo solo pienso -¡Que imadurez!, ¿no se supone son adultos?-. 

Al pasar una semana me dirijo a mi clase de ética médica con los pesados de mis compañeros y antes que dijeran algo mi guapisímo profesor de ética médica ha entrado -¡Buenos días!. con un tono amable se acomoda en su escritorio -Por favor saquen sus libros en la página 56- y así pasaron dos horas hasta que por fin nos dice: -Pueden salir, señorita Fondant sería tan amable de quedarse un momento necesito comunicarle una buena noticia.-

Pienso -¡Genial!, ahora podré darle celos a ese hombre, giro mi cabeza para poder mirarlo noto su indiferencia, me duele no puedo creer que le interese tan poco. Cuando el salón esta vacío me acerco hacia el escritorio del profesor Camilo - ¿Cuál ha sido la buena nueva pregunto muy contenta? Responde- La universidad ha decido que sea usted la que nos represente en la próxima feria de la Salud en Italia, su vuelo sale pasado mañana, ¡felicidades!; le doy las gracias a mi profesor y me marchó hasta mi vehículo. 

Enhorabuena, al fi una buena noticia lo que necesitaba para que mi ánimo subiera, además dos semanas completas sin ver al pesado de André; tras conducir una hora al fin llego a mi casa lo primero que pienso es en darme un baño en mi enorme bañera, al entrar mi querida amiga Carmela, la ama de llaves, me pregunta si quiero almorzar algo -Claro, pero antes quiero darme un largo baño- digo muy aliviada. Corró hasta mi enorme bañera, la pongo a llenar con agua tibia y le hecho mis sales minerales, cuando entro al agua exclamo -¡Que delicia justo lo que necesito!, cuando ha pasado una hora miró que estoy como una pasa y decido salir; me visto con una pijama y me acuesto en mi cama King. 

Al pasar las horas escucho que alguien toca a mi puerta -Hola niña Aurélie, aquí le traigo su comida- Al ver esa enorme bandeja con unas deliciosas papas y un sándwich le agradezco a mi amiga, puede sonar extraño que la llame mi amiga cuando es la ama de llaves pero la quiero montones y es mi confidente número uno. Al cabo de una hora escucho mucho ruido en la entrada de mi casa -¡Al fin!, mis padres ya han llegado de su viaje bajo corriendo y les saludo, además de contarle que soy yo la que mañana sale del país, ellos se ponen algo tristes debido a que casi no nos hemos visto pero se que se alegran de que me vaya tan bien. 

Subo hasta mi habitación y comienzo a empacar mis cosas para el largo viaje ya que me encuentro Estados Unidos, no empaco mucho, se que cuento con muchas posibilidades económicas puedo comprarme un guardaropa nuevo y siempre agradezco ello. 

Al día siguiente me levantó debido a un timbrazo, -el vuelo se ha adelantado, ¿crees que en dos horas puedas estar aquí? Me fijo en la hora, tres de la mañana, veo el número y es el guapo de Camilo mi profesor, seguidamente le respondo -claro, enseguida me alisto y salgo para allá- Cuelgo mi celular, salgo de mi habitación y despierto a mis padres se que les gusta ir a dejarme al aeropuerto, rápidamente todos nos alistamos y salimos hasta el aeropuerto. 

Al llegar ahí me topo con otros estudiantes de la universidad que también van a asistir y al profesor Roberto y Camilo, vaya sorpresa cuando esos dos guapetones estaban allí, ambos le dijeron a mis padres que no debían preocuparse por mí que ellos dos nos iban a cuidar, ambos sonrieron y se despidieron de mí. 

Eres tú mi veneno y mi medicina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora