Eres tú mi veneno y mi medicina.

Un triste regreso

Capítulo 7

Después de un largo viaje por fin había llegado hasta mi destino, Estados Unidos, en el aeropuerto mis padres me recibieron con un abrazo caluroso y me comentaron sobre la falta que les había hecho además de contarme todo lo que había pasado en casa mientras yo no estaba; fuimos por mí equipaje y nos dirigimos al hermoso Escalade ESV SUV de mi padre y rápidamente nos dirigimos a la casa.

Cuando llegamos a la casa Carmela me recibió con mucho cariño y me ayudó con mi equipaje, luego preparó un delicioso pastel de chocolate y me contó que conoció a un muchacho que la había invitado a salir, que la debía ayudar a ponerse muy bonita y así nos quedamos dormidas. A la mañana del día domingo me sentí aliviada al saber que esa semana no debía ir a la universidad, me dí cuenta que ya Carmela se había ido de la habitación, me fui a dar un baño y me dirigí hacia la cocina, olía delicioso, Carmela nos sirvió el desayuno, luego me dirigi a mi habitación y me comencé a leer varios libros de la universidad.

Al cabo de dos horas Carmela me llamó para que fuera a almorzar, me extrañe que mis padres no estuvieran pero ella me respondió y que habían tenido que salir por una emergencia que se presentó en uno de los hoteles de mis padres; mientras estaba almorzando una idea...

-Carmela ¿qué debes de hacer hoy?- le pregunté con un tono amable y cariñoso

-Lo de siempre, tengo que limpiar la casa, tener el almuerzo listo, mis deberes ¿Por qué los preguntas?- Me respondió con intriga

-Te doy el día libre y te vienes conmigo de compras- le dije con uno tono entusiasta

-Pero, pero- Renegó ella

-Nada de peros, ven desayuna conmigo y te alistas- Con una sonrisa

-Jumm, siempre te sales con la tuya ¿cierto?, vale vamos- Por fin se había resignado así que ambas fuimos y nos alistamos.

Salimos como dos bellas y sexys solteras, nos dirigimos hacia uno de los malls más grandes el Mall of America, cuando llegamos fuimos a las tiendas más prestigiosas y nos compramos de todo, claro que Carmela siempre decía que era mucho y que no lo podía aceptar, pero como siempre me salía con la mía, seguido de salir con miles de bolsas recordé que ella tenía una cita entonces fuimos a un salón de belleza.

-Buenas tardes, ¿en qué las podemos ayudar?- Una señora amablemente nos atendió

Carmela no muy segura le respondió -Quiero un cambio de imagen completo- le dijo con una sonrisa tímida

-Queremos, pero que sea sorpresa - La corregí y le guiñé un ojo a Carmela

-¿Segura?- me preguntó Carmela con un tono alarmado

-Claro que sí- Le respondí mientras la señora amablemente nos pasó a lavar el pelo

Y así pasaron varias horas hasta que la señora nos dijo que ya estaba listo y nos dejó mirarnos en el espejo. Carmela ahora tenía el pelo color negro completamente lacio y su flequillo degrafilado, sus hermosos ojos azules resaltaban más, pensé y le dije

-Si no le gustas más a ese tío, es porque esta loco- con una sonrisa 

-Gracias, Au, tú también te ves más hermosa- Con una sonrisa y un tono agradecido 

-Gracias Amiga- mientras le daba un fuerte abrazo

Yo tenía mi pelo como el de Ashlee Simpson un rojo cobre, largo con una capa y un hermoso flequillo de lado.

Luego de darle las gracias a los que nos habían atendido fuimos por un café, muchos de los hombres que pasaban por nuestro lado nos pedían nuestro número o nuestros nombres; no obstante no les hacíamos caso, luego de terminar nuestro café pasamos por una tienda de mascotas había un pequeño cachorro schnauzer miniatura que robo mi corazón así que le dije a Carmela que pasáramos a la tienda y lo compré junto a todos los elementos que el cachorro necesitaba, un hermoso collar plateado, la camita, la raza para el agua y el alimento, la tierra con su respectiva caja para que hiciera las necesidades y unos hermosos juguetes, no podía faltarme un hermoso bolso para pasearlo por donde quisiera, era muy tierno, Carmela me había pedido que lo dejara cargarlo, el pequeño no dejaba de lamerla; no obstante cuando estábamos a punto de irnos vi a la pequeña hermana cachachorra lloriqueando porque se quedaba sola así que no tuve corazón y me lleve a la pareja de hermanos, la cachorra enseguida comenzó a lamernos, les pusimos los respectivos collares y así nos fuimos de allí.