IV

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- ¿Me estabas buscando Rubia?- Dice una voz ronca en mi oído haciendo que se me ericen los vellos de la nuca, voz que al instante reconozco como la del chico de la barra.

No respondo y sigo bailando al ritmo de la música y noto como pone una de sus grandes manos en mi cadera y la otra en mi cintura. Empieza a seguir mis pasos y me doy cuenta de que es un gran bailarín y sigue mis pasos sin ninguna torpeza. Noto como coge el pelo de la coleta y la pone sobre mi hombro derecho acercando su boca lentamente a la parte izquierda de mi cuello. Reparte besos por esa zona mientras seguimos bailando y por inercia cierro los ojos e inclino mi cuello para darle mas acceso. Recorre con su boca el hueco sobre mi hombro izquierdo y mi cuello, subiendo por el hasta alcanzar el lóbulo de mi oreja. Mi cuerpo reacciona ante sus besos y noto mi piel y mis pezones erizados debido a la sensación. Disfruto lo bien que se sienten sus besos hasta que un nombre aparece en mi cabeza. Mike...

Me despierto sobresaltada debido al sueño que acabo de tener y veo que faltan tres minutos para las 0800 que es la hora a la que me había puesto la alarma. Me levanto de la cama y cojo la ropa interior para ir darme una ducha rápida. Me lavo el pelo y luego procedo a enjabonarme el cuerpo. Mi mente y mi cuerpo me traicionan ya que el recuerdo de aquel hombre que conocí ayer vuelve a mi, haciendo que sin darme cuenta lleve una mano hacia la humedad que se comenzaba a formar entre mis piernas.

- ¡Joder Atenea que tienes novio!- me digo a mi misma frustrada e intento salir de la ducha cuanto antes.

Cuando salgo de la ducha me envuelvo con una toalla y me pongo la ropa interior para ir a la habitación y ponerme el uniforme reglamentario. Una vez lista vuelvo al baño a desenredarme el pelo y secármelo ya que estamos a 3ºC y podría pescar un resfriado o algo peor. Tardo al rededor de 15 minutos en secarme el pelo y me doy cuenta que me había crecido mucho estando en Siria y posiblemente dentro de poco me lo corte ya que lo tengo casi a la altura del culo y las puntas se ven un poco estropeadas. Tras secármelo me hago un moño bajo algo desordenado dejando algunos mechones caer. Miro el reloj y veo que solo han pasado treinta minutos desde las 0800 y voy hacia la cafetería para tomar algo de desayunar antes de la reunión en la que por fin conoceré a los hermanos Anderssen y al Ministro.

Salgo del edificio en el que se encuentran las habitaciones y justo en la entrada de la central me encuentro con una Rebekah con bastante resaca.

- Hola linda, ¿una noche pasada de tragos?- le pregunto con la voz más aguda que puedo imitar y ella responde con un gruñido.

- Te odio, no sé para qué te cuento nada si te vas a reír de mi.- Resulta que el chico que ayer estuvo interesado en mi amiga, era un gran partidazo, un partidazo hasta que abrió la boca para hablar, ya que según Bekah parecía el tono de voz de una niña de 15 años. No dejo de reírme y Bekah me dirige una mirada de asco.- Atenea ya, deja de reírte perra.

- Vale vale, ya paro.- le respondo soltando una risilla baja.- Anda vamos a desayunar algo, y alegra esa cara que hoy por fin vamos a saber de que trata la misión.

Vamos juntas hacia la cafetería y ambas nos cogemos un café para mantenernos despiertas ya que hemos dormido a penas cuatro horas. Para comer Bekah se coge un par de rebanadas de pan con mantequilla y mermelada, mientras que yo me decido por unos huevos revueltos y tocino.

- No sé como tienes ese cuerpo comiendo como un elefante, bebiendo como si fueses rusa y fumando como un carretero.- Me dice Bekah dándole un mordisco a sus tostadas, a lo que yo respondo con una pequeña risa.

- Fácil, lo que bebo lo quemo entrenando, en cuanto al tabaco verdaderamente solo fumo cuando estoy estresada o en fiestas.- Digo encogiéndome de hombros llevándome algo de comida a la boca.- Y con la comida pues, verdaderamente no suelo darme estos lujos, ya que casi siempre estoy en misiones en el culo del mundo y tengo que alimentarme a base de la comida militar y hay días que incluso no pruebo bocado. Claro está que cuando como mucho como ahora intento entrenar lo máximo posible para mantenerme. Además, tu no es que comas como un pajarito, bebes menos que yo porque tengo mejor resistencia al alcohol y también fumas.- le digo señalándola con el tenedor.

EROS// +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora