Church ✱ Kookmin

05: Si lloras te volverás feo.

Nuevamente otro domingo había llegado, eso significaba que finalmente Jungkook y Jimin volverían a reunirse. Como era de esperar, ambos estaban ansiosos por al fin verse después de una larga semana sin la compañía del otro. Jimin tenía su regocijo a millón.

— Ya sabes, presta atención a tu profesora y no la desobedezcas— dijo Dongyul. Jimin asintió con una sonrisa.—. Intenta de hacer nuevos amigos, Jungkook no me agrada.

Jimin borró su sonrisa alegre enseguida, sus labios se fruncieron y sus ojos observaron como su padre se iba sin decirle nada más. ¿Realmente su padre estaba decepcionado de él? Nunca había hecho nada malo como para que su padre lo tratara así. ¿Cuál era el problema?

Bajó las escaleras corriendo, cuando se encontraba en la planta de abajo notó que no había nadie, quizá todos estaban en el salón. Aprovecho aquella privacidad para dejar salir un montón de lágrimas, sollozó bajo procurando que no lo escucharan, mientras abrazaba sus rodillas. ¿Qué estaba haciendo mal? ¿Por qué su padre se comportaba así? Al fin había hecho un amigo, y a sus padres no le agradaba.

— ¿Jimin?— esa voz familiar hizo que se asustara y pegara un salto— ¿Estás llorando?

El otro niño enseguida se acercó hasta donde él se encontraba y se colocó en cuclillas. Puso su índice en la barbilla del menor e hizo que levantara la cara, enseguida notó el montón de lágrimas que se deslizaban por las mejillas rosadas de este.

— No estoy llorando.— negó con dificultad debido a su respiración acelerada por los sollozos.

— ¿Qué te pasó, Jimin?

Jungkook estaba serio observando el desastre que era Jimin en aquel momento. Jimin intentó hablar pero sus sollozos no dejaban de aparecer.

— Yo... mi papá— respiro hondo—... él es muy malo.

— ¿Qué hizo?

— Me dice muchas... cosas feas, Kook.

Se sentía tan mal por ver a su amigo así, no pudo contenerse por mucho tiempo y enseguida se le acercó brindándole un fuerte abrazo que enseguida fue correspondido. Un abrazo cálido, fuerte y que desbordaba apoyo y amor. Porque eso quería transmitirle a Jimin, apoyo y amor. No soportaba ver a su amigo llorar.

Jimin se sentía tan bien entre los brazos de Jungkook, tan cómodo, que al poco tiempo sus lágrimas dejaron de salir, aún se sentía triste, pero su único amigo había sabido como hacerlo sentir mejor, olvidar el hecho de que su padre había sido tan malo con él. ¿De dónde sacaría la fuerza suficiente para luego ver a su padre a la cara y no comenzar a llorar? ¿Podría esperar una semana más para poder ver a Jungkook?

— No quiero que llores— dijo, acariciando el cabello negro de Jimin con delicadeza—, si lloras te volverás feo. Eso es lo que dice mi mamá. Tú eres muy lindo, así que no llores. Te ves feo llorando, Jimin.

— Lo siento— se disculpó sin saber exactamente porqué—, es que mi papá es muy malo— dijo, pegándose más al cuerpo de su amigo.

— Mi papá siempre es bueno conmigo y con mi mamá. Cuando mi mamá está triste siempre hace cosas lindas, eso es lo que tú necesitas.

Jimin se quedó pensando en que cosas podrían ser, nunca había visto a su padre dándole alguna muestra de cariño a su mamá. No tenía idea de que cosas necesitaba para mejorarse, porque simplemente, nunca las recibía departe de su padre.

— ¿Cosas lindas?— pregunto y Jungkook asintió con la cabeza mientras sonreía— ¿Cuales cosas lindas?

— Abrazos— le dio un fuerte abrazo a Jimin—, sobar su cabello— hizo lo mismo con el cabello negro de Jimin—, regalos— cuando dijo eso se alejó un poco de Jimin para sacar su muñeco de Iron Man y dárselo a Jimin—, o besos— dio un pequeño beso en la mejilla de Jimin, y enseguida se sonrojó. Tapó su cara con sus pequeñas manos.

Jungkook lo observó y sonrío por la tierna imagen que estaba sucediendo justo frente a él. ¿Como alguien podría tratar tan mal a alguien tan tierno como Jimin? Era un bebé totalmente.

— ¿No dirás nada más?— preguntó Jungkook— Debemos entrar al salón.

— No quiero.— respondió con sus manos aún en su cara.

— ¿Por qué?

— Quiero quedarme aquí contigo, Kook.

Por mucho que intento evitarlo no logró esconder una enorme sonrisa de felicidad por lo que acababa de escuchar. ¿Se meterían en un problema por no entrar a clases? Probablemente, pero eso no era lo importante en aquel momento.

— Hoy mis padres invitaran a los tuyos a una cena. Quiero que tus padres digan que sí.

Jimin iba a contestar pero fue interrumpido cuando la puerta de su salón se abrió, dejando ver a Yougmin y del otro lado se abrió la puerta de otro salón, otra profesora de la cual no sabía el nombre. Los dos vieron atentos, enseguida estas comenzaron a hablar normalmente, se rieron por un rato, y cuando estaban a punto de irse cada una a sus salones, se despidieron con un beso en los labios.

— ¿¡Qué!?— gritó Jimin.

Enseguida Yougmin volteó y los observó sentado en el piso y muy pegados. Se acercó rápidamente hasta ellos.

— ¿Qué hacen aquí?

— No queríamos ir a clases.— contesto Jungkook como si nada.

— Si ustedes no dicen nada, yo no diré nada.

— ¡Acepto! — dijo Jimin.

Al final se quedaron ahí toda la tarde, mientras Yougmin se quedó en el salón dando clases. Jimin y Jungkook la pasaron bien hablando y riendo juntos.

Cuando llegó la hora de irse, el animo de Jimin nuevamente se vino abajo. No tenía ganas de ver a su padre para que le gritara que todo lo que estaba haciendo estaba mal. Subieron las escaleras y se encontraron con la sorpresa de que el padre de Jungkook estaba hablando animadamente con Dongyul.

Jimin se acercó junto con Jungkook, y sólo pudieron oír cuando el padre de Jimin dijo: "Nos veremos allá, hasta entonces". Ambos niños se despidieron y Jimin se dirigió hacia su padre.

— ¿Qué pasa, papá?

— Hoy en la noche iremos a casa de los Jeon a cenar, debemos estar presentables.

( ♡ )

Nota: Holaaaaaaaa, adivinen quien cumple años mañana. ¡Exacto! ESTAQUETAQUI. WIIIIIII XD. En fin, ¿como están, corazones? Espero que bien. No tengo mucho que decir, so... babai♡

PD: morí con este gif.