Falsos recuerdos

Capítulo 3

Salgo a la calle, no tengo donde ir, son las 4 am, tal vez debería descansar un poco, tal vez podría dormir en alguna banca, a estas horas no debe haber nadie, no debería haberme ido del sitio, aunque alguien me podría describir junto con mi obra de arte de la cama, sigo andando y veo una casa con la puerta abierta, me acerco, parece abandonada, entro haciendo poco ruido hasta que piso los cristales de una ventana rota, no oigo ruidos, supongo que no hay nadie, espero que no venga ninguna persona, quito la basura de un sofá casi destruido y me acuesto en él, si oigo algún ruido me voy rápidamente por una ventana.

Me quedo dormido y en sueños recuerdo lo sucedido hace 3 años.

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Fui a ver que tal está mi niña, últimamente está muy deprimida, no sonreía, no dejaba que la tocara y ya casi no hablaba, sin darme cuenta estaba en su casa. Empecé a buscarla, no aparecía, no aparecía, que raro, siempre está en casa. Fui a su habitación, la ventana estaba abierta, pasó al lado y veo con el rabillo del ojo algo que me paralizó. Me giro para mirar del todo y la veo, en el suelo, atravesada por la valla del patio trasero.
Se había suicidado...
Voy corriendo hacia donde está ella, me caigo por las escaleras por la velocidad en la que iba, pero eso no importa, me levanto rápidamente y sigo mi camino mientras llamo a la policía, llego al patio y abrazo su delgado, frío y ensangrentado cuerpo, en ese momento, mientras lloraba con todas mis fuerzas, perdí la cordura, me prometí vengarme de todos los que influyeran en su muerta, si mi niña ha muerto, nadie más tiene derecho a vivir.

Desperté sobresaltado, me senté en ese sofá mugroso, ya era de día, respiré profundamente mientras me secaba el sudor y las lágrimas que no me permitían ver del todo bien. Me levanté y comprobé que no había nadie para poder ir a dar una vuelta para tranquilizarme, necesitaba olvidarme por un rato de esos malos recuerdos.