Capítulo 5

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Me despierto muy cansado y sin ganas, abro poco a poco los ojos y me doy cuenta de una cosa...no estoy en mi habitación, estoy en el patio trasero, me intento levantar del suelo, me duele muchísimo la cabeza -¿Qué me pasó?- pienso mientras logro levantarme del todo, estoy bastante mareado, no sé que pasó ni como acabé allí, mejor voy a entrar, seguramente coja un resfriado.
Mientras voy de camino a mí habitación me encuentro con Noelia, que me mira alarmada.

-Noelia:
¿Qu-qué te pasó?

-Eric:
No sé de qué me hablas.

-Noelia:
¡Tienes sangre!

-Eric:
¿Eh?

Noelia me lleva hasta un espejo y puedo verlo, un chichón enorme manchado de sangre seca en la frente, por eso me duele la cabeza, ¿Pero qué me pasó? Lo último que recuerdo es estar en mi cama intentando dormir, ya me acordaré de lo sucedido, pero por ahora iré a recostarme un rato que aún es temprano.

-Eric:
No sé que me habrá pasado pero me voy a dormir un rato.

-Noelia:
No, ven, que te curo eso, parece estar bastante sucia la herida, se te puede infectar, siéntate aquí.

-Eric:
Pero si estoy bien...

-Noelia:
Hazme caso, quédate allí, dame un momento.

Le hice caso solo porque conozco a Noelia, es muy cabezota, no me dejaría en paz hasta que cediera.

-Noelia:
A ver, no te muevas...

Me pasó un algodón con alcohol en la herida, dolió, pero no era un dolor desagradable, era un dolor que me recordaba a mi viejo yo, el de antes de entrar al psiquiátrico, me levanté un momento para ir al baño y allí estaban, todas esas cicatrices lineales, todos los recuerdos de cuando no podía más con mi vida, una mala costumbre que dejé al conocer a Verónica, pero recuperé al saber que ella también lo hacía, mi niña... Sin darme cuenta acabé llorando. Después de un momento me limpié las lágrimas, me bajé las mangas y salí para seguir afrontando la vida y todos los recuerdos que me transmitía esa casa, y principalmente... Noelia.

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Me despierto, esta vez sí estoy en mi cama, al final pude librarme de Noelia y descansar un rato. Me voy a levantar para darme una ducha y despejarme un poco, no sé si podré aguantar mucho más en esta casa.
Al girarme en la cama me doy cuenta de una cosa, alguien está en la cama conmigo, es... ¿Noelia?

-Eric:
Noelia, ehhh, Noelia, Noe, despierta, ¿Qué haces aquí?

-Noelia:
Mmmm...¿Eric? Buenos días...

-Eric:
No, buenos días no, ¿Qué haces aquí?

-Noelia:
Te sentí un poco solo y quise venir a hacerte compañía, pero cuando llegué ya estabas dormido y me recosté un rato.

-Eric:
No debes hacer esas cosas, ¿Qué haríamos si nos viera tu madre?

-Noelia:
No te preocupes por eso, sabemos que desde lo sucedido casi no está en casa.

-Eric:
Aún así... Venga, levántate.

-Noelia:
¿No quieres que mejor me quede aquí, contigo? Podemos hacer lo que quieras...

-Eric:
Noelia, no empieces, sabes que no me gustan esas bromas, venga, vete, que me voy a duchar.

Noelia se levanta y sale de la habitación mientras yo voy al baño a ducharme.

-NARRA NOELIA-

-Tssss, aún quiere a esa perra, desde un principio Eric debió ser mío, no de esa, pero muy rápidamente lograré que se olvide de ella...-

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