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Narra _____:

Suspiré, ¡no puede ser!, Carlos se había enojado, de nuevo, íbamos para la vieja cabaña que teníamos y de la nada empezó a gritar y me bajo en medio de la nada, ahg.

Bien, respira, ¿que puede pasar?.

Me senté en una pequeña roca que estaba a mi lado.

Veía carros pasar, y mi teléfono no tenía pila, vaya día.

Una camioneta se desvío de la carretera, era negra, y tenía algo para que no se viera hacía adentro. Aparco a mi lado.

Unos chicos bajaron, eran lindos, pero, no sé.

— hey, linda!, ¿porqué tan solita? —

— ¿Porqué no hay nadie?, estúpido — susurre —

— ¡muchachos! — levanté la cabeza —
Algo estaba mal.

— Vengan por ella, yo iré a agradecer y pagar a Carlos, nos vemos allá — habló serio —

— ¡sueltenme! ¡ayuda! ¡sueltenme! ¡animales! — grité —

Trate de soltarme de sus agarres, pero, pusieron un pañuelo en mi nariz y perdí la conciencia.

Eres mía [Sebastián Villalobos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora