17

565 30 8
                                    

Narra _______.

Después de el largo día todos van a sus habitaciones, claramente después de curarse, aunque el último la herida fue nada grave solo un rozón, y ellos estaban acostumbrados a más, incluso Sebastián, yo solo me quedo en la cocina, no tengo sueño y si lo tuviera probablemente no pudiera dormir.

Suspiré y me senté en un banquito, mire mi vaso de agua y respire fuerte.
A los 14 años si me hubieran dicho que terminaría enamorándome de la persona que me secuestro probablemente me hubiese reído, pues en esa edad era todo perfecto, papás juntos, niña cool, buena calificaciones, con el tiempo cambio, así que a los 16 ese pensamiento hubiese cambiado y lo creería, es decir, suena raro pero preferiría eso a estar en casa.

Escucho como las puertas de la cocina se abrieron y levante la mirada, era Juanpa.

— Hola — hablo caminando hasta el refrigerador.

— Hola, Zurita —dije.

— Gracias —le escuché susurrar.

— ¿Porqué? —pregunte en el mismo tono que él.

— Por afrontar a Sebastián e ir ahí, gracias, se qué piensas que fue tu culpa pero no es así, fue mi culpa, fui demasiado estúpido por querer matarlo aunque Villalobos me había dicho que no —hablo y respiro hondo— en este tiempo he tomado cariño, creo que eres la novia de Sebas y el es como mi hermano. Así que si me enojo un poco lo que te quiso hacer Alex, sigo sin saber cómo se controlo Sebastián.

— Gracias Juanpa, yo también te he tomado cariño —hable y caminé hasta el para abrazarlo.

El me correspondió pero escuchamos que alguien se aclaró la garganta.

— ¿Estaban dándose un abrazo sin nosotros? —pregunto Ruiz indignado.

— Eso creó —susurré encogiéndome de hombros.

— ¡Que poco corazón! —exclamo Bautista y se unió a nosotros riendo.

Ellos poco a poco se habían convertido en mi familia. Y los quería tanto como si lo fueran.

Después de bromear un tiempo subí hasta la habitación de Sebas y toque la puerta.

— ¿Quién? —pregunto de el otro lado Sebas con voz adormilada.

— ________ —respondí.

— Adelante, amor —contesto y sonreí.

— Hola —salude tímida.

— Ven —abrio sus brazos y me dio un apretón muy fuerte, suspiré en su cuello y sonreí, lo necesitaba.

Siempre lo necesito.


N/A

Hola,
¿alguien aquí?, siento tanta ausencia de mi parte, pero entre a la escuela de nuevo, los que son de México entenderán todos los cambios que se hicieron, y esto se pondrá sumamente difícil, así que veo con dificultad poder actualizar seguidamente, aunque ya casi termina, tendrá segunda temporada:).
Espero me entiendan y me disculpen por no actualizar, extraño mucho estar aquí como antes.
Un abrazo muy fuerte.
— Ángela.

Eres mía [Sebastián Villalobos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora