Capítulo 3.

134 21 7
                                    

Yoon Gi se encontraba mirando hacia todos lados, tenía los codos recargados en el mostrador y su cabeza entre sus manos.

Seguía pensando en tener a aquel mocoso en su cama, pues sí, él quería hacerlo suyo, pero en una cama, no en el mostrador como con todas las putas que iban a follar con él.

Finalmente decidió cerrar para ir con los mocosos que hace una media hora habían salido, tomó su suéter y se dispuso a salir, cerró con llave la tienda y se estiró un poco, mirando a cada lugar, pues no sabía en dónde estaban los menores.

-¡Hyung, aquí!-. El castaño movía su mano señalando a Jimin, por lo que Yoon Gi se encogió de hombros y caminó hasta ellos.

-Vamos a aquella heladería-. Dijo Taehyung caminando, o mejor dicho, corriendo mientras llevaba a Jimin de la mano.

-¡Tae! ¡Suéltame!-. Tae hizo lo que Jimin le pidió, ocasionando que este casi se cayera, pero claro que eso nunca pasó, pues Yoon Gi lo había tomado de la cintura, ayudándolo a reincorporarse.

-Gracias hyung-. Dijo un poco apenado por que la fría mano de su mayor, tocaba su abdomen, tan solo un poco, a penas dos dedos rozaban su piel, pero eso era suficiente para ponerlo nervioso.

Yoon Gi se percató del nerviosismo del pelirosa y quitó la mano de su cuerpo, asintiendo ante el agradecimiento que el menor le dio.

Siguió caminando posando su vista en un chico que estaba hablando con un perro, dándose cuenta que era el amigo de Jimin.

Mientras, Jimin estaba rojo de verguenza, Tae siempre lo dejaba en verguenza, siempre. Esta no era la excepción.

-Yo sé que no te gusta cómo te mira ese perro, pero no te preocupes, mugres, yo te defenderé-. Decía Taehyung a una perrita que estaba muy sucia, era blanca, pero ahora era gris. Tae miraba con recelo a el perro enorme que estaba en la otra acera, que de hecho, ni si quiera los estaba mirando.

La perrita estaba en brazos de Tae ahora, Yoon Gi frunció el ceño, pero pensó que pronto la dejaría en el suelo para ir por fin a la heladería.

Al llegar al lado del castaño, este siguió caminando como si nada con la perrita en brazos.

-¿Qué haces, mocoso?-. Yoon Gi estaba perdiendo la paciencia, ni loco llega con este raro y ese perro apestoso a ningún lado.

-Pues qué más, anciano, estoy cargando a una perrita-. Dijo restándole importancia.

Jimin llevó una mano a su rostro, avergonzado, iba a decirle a Tae que dejara al perro, pero cuando se acercó, la perrita robó su corazón.

-Dejen el perro o no hay helado-. Dijo Yoon Gi en un gruñido, Tae le sacó la lengua y sujetó bien a la perrita.

-Mugres no se irá-.

Yoon Gi bufó y siguió caminando, tomando distancia de aquellos niñitos, no quería que le vieran cara de niñera.

Llegaron a la heladería, que el conocía perfectamente: su mejor amigo trabaja ahí, es dueño de la heladería.

Taehyung iba simplemente por querer ver a aquel chico, que de hecho, le gustaba, y claro que Jimin lo sabía, pero Yoon Gi ignoraba ese hecho por completo.

-Buenas tardes-. dijo el chico sonriendo como siempre, mirando a su ya frecuente cliente, Taehyung, pero sonrió más al ver a Yoon Gi.

Taehyung se sintió celoso, por su puesto, ¿por qué le sonreía tanto a ese anciano?.

-¡Yoon Gi!-. Exclamó el chico saliendo rápidamente de los refrigeradores.

Saltó hacia su mejor amigo y lo abrazó, le encantaba verlo por su tienda.

Sólo con él (MYG+PJM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora