VII

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música atronadora, luces de neón cegadoras, gente a montones; seguía viéndote por todas partes.
alcohol puro en pequeños vasos recorrían mi garganta una y otra vez.
miraba a la gente bailar, trataba de pasar entre ellos a duras penas debido a la muchedumbre; seguía pensando en ti.

entre toda la gente un chico llamó mi atención. era uno de tus amigos, quien iba conmigo al club extraescolar de lectura. era algo idiota e iba siempre con la misma camisa de cuadros, pero al mismo tiempo resultaba algo gracioso. no habíamos hablado nunca, de hecho hasta descarté la posibilidad de que supiera sobre mi existencia, pero me creaba cierta simpatía.

se puso a hablar con una chica que estaba cerca de mí, y cuando terminó se paró y me miró.
-eres de mi instituto. te he tenido que ver por mi pasillo con esos punks.
-sí -esbocé una sonrisa nerviosa pasando un mechón de mi pelo tras mi oreja-. de hecho, estamos juntos en el club de lectura.
-¡ah, sí! -se rascó la barba y se sentó a mi lado. no sé cuántas veces habría repetido curso, pero su bello facial resultaba impropio de un chico de mi edad-.
-¿sabes que vuestra presentación sobre El Señor de las Moscas fue una basura?
-¡no lo fue! bueno... de hecho yo no quería hacerlo sobre ese libro, porque me parecía algo insulso, pero eran cuatro contra mí así que no pude hacer nada.
-¿insulso? ¡estás loco!

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