al día siguiente de clases estuve igual.
te veía por los pasillos y mis ojos iban solos; eras lo único en lo que me podía fijar.-hey, ese chico del curso superior no para de mirarte.
era el chico de la camisa de cuadros.
-exageras.
-no lo hago, para nada. fíjate.me giré y ahí estaba. achinó los ojos. no sabía si interpretarlo como una sonrisa.
se juntó a ti y andasteis juntos por el pasillo.