Epílogo

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Se miraron a los ojos durante unos microsegundos y apartaron la mirada. Ambos quería decir algo pero ninguno podía. Parecía que la lengua se les había hecho un nudo y que sus rodillas se había vuelto gelatina.

-Valerie... Yo...

-¿Si, Felipe?

Él se pasó varias veces las manos por el cabello de por si ya desordenado. ¿Ahora qué le decía? ¿Se iba a quedar como idiota parado ahí sin decir absolutamente nada? ¿La sacó de su casa para eso? Increíble, Felipe, gran trabajo.

-Verás, nos conocemos desde primaria y hemos estado juntos desde que nos conocemos, algo así como amienemigos pero luego... nuestro lazo se estrechó ¿sabes? -Valerie asintió con una sonrisa, dándole la razón, aún recuerda con nitidez las peleas que duraban dos recreos y medio (lo que significa media hora) y los diez minutos restantes se reían de lo sucedido- Me alegra mucho que haya pasado eso.

-A mí también, no sabes cuanto -Valerie se paró y lo miró directo a los ojos, el intenso rubor en sus mejillas no pasaba desapercibido, el temblor de su labio inferior tampoco. Pero lo más destacable, era su ceño fruncido por la determinación por acabar la situación que llevana torturándole desde hacía ya mucho tiempo.

-Felipe... tú...

Pero él se le adelantó no con palabras sino con un beso en los labios.

Un beso que significó un universo entero de emociones. 

No sabía que hacer. Su beso me había tomado por sorpresa. Moví con cuidado la boca para corresponderle ¡pero no sabía que hacía! ¡Es mi primer beso! Con un poco de miedo, lo rodeé con mis brazos, poniéndome de puntitas para alcanzarle y acariciarle el cabello. No pude evitar reírme entre besos. ¿Qué me pasa? No lo sé...

Oye Houston, tenemos un problema.

Ella empezó a enredar sus dedos en mi cabello, como jugando, en un segundo pudo notar su risa ¿Qué pasaba? ¿Lo hago mal? ¡Ni siquiera sé como se da un beso! ¡Solo lo he visto en las películas! Entonces yo también empecé a reírme y terminamos el beso, junté nuestras frentes y sostuve su mirada con la mía.

Sus ojos... Tan cafés...

Su sonrisa... tan perfecta.

-Me gustas -dijeron al mismo tiempo, volvieron a reí y se abrazaron, Felipe tuvo una idea y jaló a Valerie de la muñeca. La lluvia aún no había parado así que se pararon en medio de la calle para ser acariciados por eas finas gotas que enmarcaban sus rostros, volvieron a besarse y sintieron la magia del momento.

Valerie se separó de él y abrió los brazos para abrazar a la lluvia. Tomó aire y gritó.

-¡Houston, tenemos un problema! ¡Ya me he enamorado!

Felipe corrió hacia ella y la tomó de la cintura para elevarla. Ella solo rió y al momento de bajarla, él la sostuvo a la altura de sus ojos.

-Problema resuelto. También me he enamorado.

Oye, HoustonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora