prologo

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Me removí debajo de las sabanas, y sentí el peso de un brazo sobre mi cintura, me gire y lo ví.

Era el.

Después de tanto, de todo este tiempo huyendo al fin lo veía tranquilo- cosa que era raro ya que el es muy inquieto-, era como un bebe.

Para no despertarlo, le empuje el brazo con mucho cuidado y me dirigí a la cocina. Antes tome su camisa que se encontraba en el piso.

—Auch...— Me queje lo mas bajo que pude.

Nunca pensé que la primera vez seria tan dolorosa. Caminando un poco raro me dirigí a la cocina, una vez allí me prepare un Te, y nuevamente marque una trayectoria de la cocina al balcón, el cual al abrir entro una borrasca de viento, y no es por ser exagerada pero sentí como la camiseta se me levantaba con el viento.

Era una linda mañana, muy hermosa siendo sincera, París tiene calles preciosas que por cierto, si se parecen a las de las películas. Antes de salir Prendí la radio, donde Alive de Sia resonaba por las bocinas.

Recargue mis codos en el barandal del balcón mientras bebía un sorbo de Té, en eso, sentí como unos anchos brazos se enrollaban al rededor de mi cintura, hundiendo su cabeza en mi cuello.

—¿Que haces despierta? No son ni las 8 y tu ya andas afuera- se quejo, con su cara aun en mi cuello.

—Son las 07:55, eres un perezoso— conteste mientras me daba la vuelta para quedar cara a cara con el—Tu y yo tenemos algo pendiente.

Anoche antes de llegar al Hotel el prometió explicarme por que están sucediendo todas esta cosa, ¿Que era todo esto? ¿Que tenia que ver yo en todo esto? ¿Que tenia que ver el, mi tío, mis amigo? Pero peor aun ¿Que tenia que ver mi padre?

La Otra Cara De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora