4 Meses antes...
¡Estúpida alarman, estúpida vida!
Son la 06:35 de la mañana, tengo sueño, hambre y pereza.
¿Mi día no podría empezar peor?Si.
La respuesta es si.
Me levante directo a pagara la esupida alarma y marque camino directo a mi cama, cuando mi cara toco la almohada escuche un portazo.
—¡Ahhhh!— grite aterrorizada y enojada cuando me di cuanta fe que estaba empapada.—!¿Que rayos te pasa?!
—¡Perdón!—alzando sus manos en señal de paz.
—¿Cual es tu problema, hombre?
—creí que estabas despierta. Tu alarma lleva sonando una hora, tu papá y yo hemos estado llamándote pero no contestabas— obvio no iba a contestar. Me acosté esta madrugada a las 2 de la mañana, ya que me desvele con mi trabajo de Ingles.
—hoy duermes en el sofá—Mi tío francio el seño confundido— Yo dormire en tu cama.
—¿Y por que no duermes tu en el sofá?
—Emm... ¿Tal vez... Por que yo no entre a la habitación de mi sobrina y le tire un vaso de agua en la cara?
—¿Y por que te la daría?—Hago un ademán a mi cara y el sonríe-— No, tu dormidas en el sofá, lo siento— Se da la vuelta para dirigirse a la salida, pero pego un brinco de la cama y le impido avanzar.
—Ok...— Me hago la resignada y miro con inocencia la pared— solo te quería pedir una ultima cosa.
—¿Que tramas, Emily Cooper?
—¿Yooo? ¿Tramar algo? ¿Con quien crees que hablas?-—Llego una mano a mi pecho, como si me hubiera ofendido.
—Con un engendro de satanás.
Inevitablemente una sonrisa, curva mis labios.
—Lo unico que yo quería era saber como contarle a mi querido padre que mi tío trae mujeres a escondidas por la noche, ¿Se te ocurre algo?— Noto como se tensa de inmediato.
Una de las tantas reglas establecidas, después de la muerte de mi madre; fue que no estaba permitido meter hombres o mujeres a esta casa.
Y mi papá se pregunta por que aun soy virgen.
El punto es que esta prohibido pasar la noche con un hombre o mujer en esta casa.
—Eres mala, Emily—Dice, después de unos claros minutos de meditación.
—Ohh por favor, no me halages.
—Pero con una condición...
—Creo que no estas en posición de ponerme condiciones, te tengo en mis manos.
—Per...—le doy la espalda, para dirigirme a la cocina.
—Un placer hacer negocios contigo, Jhosep Cooper—grito, mientras bajo las escaleras.
Lo primero que veo es a mi nana, Mami Blanca, así le digo yo. Corro asía ella y clavo un beso en su mejilla para luego sumergir mi dedo en el tarro de Nutella, y luego mandarlo a mi boca.
—¡Emily!— grita irritada
Sonrió victoriosa mientras, en pijama, me dirigo a la oficina de papá, el siempre esta ahí en las mañanas.
Entonces, entro sin tocar y efectivamente el esta sentando con el teléfono entre su hombro y oreja, y sus manos en unos cuanto papeles.
-—Okay... Si... Tranquilo, yo me encargo... Si... Aja... Hablare con ella.
No es muy difícil darse cuenta que se refería a mi.
—¿Buenos... Días...?—saludo, un poco dudosa—¿Como amanesiste?
—No... No muy bien, ¿y tu?
—Pues un poco... Húmeda—Enarca una ceja en mi dirección y me pongo nerviosa.—No... Osea... No húmeda, húmeda...—Me tenso al instante, es incómodo hablar de esto con mi padre—Mojada... ¿Si, si me entiendes?—Emily Cooper, cagandola desde 1997, amigos—No, no moja...—La bocina de un carro se escucha a través de la ventana y lo agradezco al instante.
—¿Que te parece si dejamos esto para otra ocasión?—Tomo su portafolio y se acerco a mi—Ahora tengo una entrevista.
—¿Una entrevista?—pregunto mientras el besa mi frente—¿En donde? O ¿Con quien?
—Con mi nuevo empleado—Sale del despacho sin mas, no dice nada, solo me deja sola en el vacío de su oficina.
¿Nuevo empleado?